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El histórico momento ha llegado. La Reina Margarita de Dinamarca ha abdicado en favor de su hijo, Federico de Dinamarca, en un acto histórico que ha llevado a las calles a todos los daneses. Tras 52 años en el trono, la monarca anunció en el discurso de Año Nuevo que abdicaba, una noticia que cogió a todo el mundo por sorpresa pese a los achaques de salud que iba arrastrando.
Con tres minutos de retraso, el todavía Príncipe Federico de Dinamarca salía en coche del Palacio de Federico VIII en Amalienborg con destino a Christiansborg recorriendo Frederiksgade, Bredgade, Kongens Nytorv, Holmens Kanal y Prins Jørgens Gård. Por su parte, dos minutos después era la todavía Reina Margarita de Dinamarca la que abandonaba el Palacio de Christian IX de Amalienborg en carruaje escoltada por un escuadrón a caballo del Regimiento de Húsares de la Guardia.
Este carruaje es el de las Bodas de Oro, regalo de los artesanos de Copenhague a los Reyes Christian IX y Luisa por sus bodas de oro, el 26 de mayo de 1892. Se utilizó para el 50 aniversario de la Reina Margarita y ahora ha sido el elegido para recorrer las calles de Copenhague antes de su abdicación. Ha sido a las 14h el momento en el que ha tenido lugar la reunión del Consejo de Estado en Christiansborg donde han participado la Reina Margarita, Federico de Dinamarca y su hijo, el Príncipe Christian.
También ha estado presente el Gobierno y el Secretario del Gabinete. Margarita de Dinamarca ha dejado de ser Reina tras firmar la abdicación y ha vuelto a su palacio en coche para seguir todos los actos de la proclamación desde su hogar. Ya en este momento estaríamos hablando del Rey Federico X, quien ha continuado con los actos ofreciendo una recepción de media hora tras convertirse en Rey.
Emocionado en el balcón
Como marcaba la organización, el Rey Federico X ha salido al balcón del Palacio de Christiansborg con la Primera Ministra, Mette Frederiksen, y se le ha podido ver de lo más emocionado escuchando las palabras de la Ministra. Apenas podía contener las lágrimas antes de dar un breve discurso para el pueblo que escuchaba con atención y le aplaudía.
Tras esto, su familia ha salido al balcón junto a él y se ha podido ver a la ya Reina Mary de Dinamarca con un bonito vestido en color blanco derrochando complicidad con su marido. Ella lucía una amplia sonrisa mientras Federico de Dinamarca continuaba con lágrimas en los ojos. Tras ellos, han aparecido sus hijos, Christian de Dinamarca en primer lugar, el heredero de la corona, y tras él Isabella, Josephine y Vincent de Dinamarca. Sin duda, un momento histórico que nadie olvidará.