La Reina Letizia está viviendo unos momentos muy duros tras el fallecimiento de su abuela paterna, Menchu Álvarez del Valle, con la que tenía una unión muy fuerte y cómplice. Su marcha supone la muerte de la única abuela que le quedaba por lo que se trata de un durísimo golpe para la Reina. Además, era una mujer muy querida por todo el mundo que se ha ido dejando unos grandes recuerdos en todos.
Menchu Álvarez del Valle fallecía a los 93 años en su casa de Ribadesella y en dicha localidad será donde se proceda a darle su último adiós. Según ha publicado Vanitatis, la abuela de la Reina Letizia será despedida en la más estricta intimidad, rodeada por sus seres queridos pero sin homenajes pomposos. La locutora de radio será enterrada en el cementerio de El Carmen, en Ribadesella.
Es allí donde se encuentra enterrado su marido y su hija Cristina, quien falleció en el año 2001. La despedida no será multitudinaria en Ribadesella pero lo cierto es que los homenajes sí que han comenzado pues se trataba de una mujer muy querida. Las campanas han repicado en su memoria en la Iglesia de San Salvador de Moru, para recordar así a una gran mujer que fue todo un ejemplo.
¿Quién acudirá a darle el último adiós?
Menchu Álvarez del Valle tenía claro cómo quería que fuera su despedida y uno de los detalles más curiosos es que no quería flores, por lo que así se cumplirá su deseo. Poco se sabe sobre este último adiós a la periodista puesto que, al no formar parte de la Casa Real, no están dando ningún tipo de información. Por ahora se presupone que el Rey Felipe no acudirá a la despedida de la abuela de su mujer porque se encuentra de viaje en Perú.
A la que sí se espera es, obviamente, a la Reina Letizia quien, por casualidades de la vida, dispone de unos días libres que le han permitido no tener que modificar su agenda. Tampoco se sabe qué sucederá con las nietas de Menchu Álvarez del Valle, la Princesa Leonor, quien está a punto de poner rumbo a su nuevo centro de estudios en Gales, la Infanta Sofía, Carla Vigo y Amanda (hija de Telma Ortiz), quienes eran el ojito derecho de su abuela hasta los últimos momentos.