Tras semanas de celebraciones y espectáculos en su honor, el Príncipe Carlos de Inglaterra recibió el pasado 14 de noviembre la felicitación más especial por parte de una de las personas más especiales en su vida: su madre. La Reina Isabel II probablemente nunca creyó que viviría para ver a su primogénito cumplir 70 años y por eso decidió celebrarlo por todo lo alto.
El Príncipe Carlos y Camilla Parker en el 70 cumpleaños del Príncipe de GalesElla misma se encargó de organizar una cena de gala en el Palacio de Buckingham y a la que no solo acudió la Familia Real Británica al completo, sino que también reunió a gran parte de la realeza europea. En cualquier caso, todos ellos se unieron en la regia residencia para mostrar su cariño al Príncipe de Gales.
En un momento dado de la velada, la Reina hizo callar a los invitados, cogió su copa y se propuso a hablar. Empezó diciendo que para ella era un "privilegio" poder proponer ese brindis en honor a su hijo, ya que " eso significa que has vivido lo suficiente como para verlo crecer ". Isabel II quiso tener a continuación un recuerdo para la inolvidable Reina Madre: " Mi madre también me vio cumplir 70 años y consideraba que esta es la edad a la que la cantidad de velas en tu pastel supera la cantidad de aliento que tienes para apagarlas ".
La Reina Isabel II junto al Príncipe Carlos con un añoVolviendo ya a lo que a ella personalmente competía como progenitora, aseguró que tanto ella como el Duque de Edimburgo se sentían " orgullosos " de ver a su hijo " convertirse en un precursor de la conservación ambiental y las artes ", así como " un gran líder caritativo, un heredero al trono dedicado y un padre maravilloso ".
No se olvidó tampoco de su nuera, la Duquesa de Cornualles, con quien ha tenido sus más y sus menos. Parece que ahora ya han enterrado el hacha de guerra y aprovechó para agradecerle ser "el sustento" de su hijo. El discurso finalizó con un sentido y sincero: "Para ti, Carlos. Para el Príncipe de Gales".
La resaca se cura con trabajo
Lejos de tomarse el día libre para descansar y recuperarse de tan emocionante noche, la Reina Isabel II decidió la mañana siguiente coger el bolso y hacer lo que mejor se le da : trabajar. Pero en esta ocasión eligió una labor mucho más placentera que las que suele realizar, ya que se desplazó a visitar a un buen amigo.
Harald de Noruega durante un encuentro con Isabel II en LondresEl amigo en cuestión ha sido el Rey Harald V de Noruega, quien junto a su familia se desplazó expresamente a Londres para asistir a la cena de gala que había organizado su homóloga británica. Isabel II ha querido agradecérselo personalmente asistiendo a la recepción de la Sociedad Anglo-Noruega en el Club Militar y Naval de Londres.
