Desde que en 1994 las circunstancias de su divorcio con Lady Di le obligaran a hablar en público en un formato similar para intentar mejorar su imagen, el Príncipe de Gales no había vuelto a protagonizar un documental en el que tanto él como su familia más cercanas dan su testimonio de manera directa y hablando sin tapujos ante las cámaras.
Trabajador incansable, gran abuelo y... ¿futuro Rey?
Dos de los testimonios más enternecedores son los de sus dos hijos, quienes coinciden al lamentar que su padre viva demasiado entregado a su trabajo y no tenga tiempo para pasar con su familia: "es un adicto al trabajo". Quien más apesadumbrado se muestra es el Príncipe Guillermo, a quien le gustaría que sus tres hijos pudieran disfrutar más de su abuelo.
El Príncipe Carlos no aborda directamente esta cuestión, pero sale al paso ante las críticas de muchos sectores sobre su supuesta parcialidad en determinados asuntos: "La idea de que voy a ser exactamente igual si llega el momento de la sucesión es completamente absurda, porque las dos situaciones son completamente diferentes. No soy tan estúpido".
¿Ahorrador o tacaño?
Más allá de cuestiones institucionales, los Príncipes Guillermo y Harry ofrecen un retrato muy humano de su padre y concretamente el menor de ellos sorprende con la siguiente anécdota: "Siempre es el que apaga las luces en las habitaciones que están vacías". Una costumbre que le ha contagiado también a él: "Ahora yo también estoy obsesionado con eso pero mi mujer no lo comprende ¿Por qué vamos a tener seis luces encendidas si sólo necesitamos una?"
También cuenta que el Príncipe Carlos cena "exageradamente" tarde y que después todavía se va a su despacho, donde en más de una ocasión se queda dormido sobre sus papeles. Una anécdota que revela el carácter trabajador del Heredero al Trono y aunque ahora sus hijos le admiren por ello, sí reconocen que de pequeños les frustraba mucho tener que ir a su despacho a darle las "buenas noches".