Casi veinte millones de personas siguieron en la CBS la entrevista que los Duques de Sussex han concedido a Oprah Winfrey. Un testimonio desgarrador, especialmente el de Meghan Markle, que llegó a pensar que estaba tan al límite por lo que estaba viviendo en la Casa Real que tuvo pensamientos suicidas. Otro de los momentos más dramáticos de su relato fue cuando contó las razones por las que su hijo Archie Harrison no tiene el título de Príncipe.
Las reacciones públicas a la entrevista del Príncipe Harry y la exactriz no tardaron en llegar. Entre ellas la de su gran amiga Serena Williams, que no es la primera vez que apoya públicamente a su amiga, saliendo una vez más en su defensa y destacando el gran corazón que tiene y su "nobleza": " Meghan Markle, mi abnegada amiga, vive su vida y predica con el ejemplo, con empatía y compasión. Cada día me enseña en qué consiste la auténtica nobleza. Sus palabras ilustran el dolor y la crueldad que ha experimentado", ha comenzado escribiendo.
Un pequeño texto publicado en sus redes sociales en el que asegura que sabe muy bien lo que implica el racismo y la discriminación, algo contra lo que se debe alzar la voz: " Conozco de primera mano el sexismo y el racismo que las instituciones y los medios usan para vilipendiar a las mujeres y a las personas de color para disminuirnos, para quebrarnos y demonizarnos".
"La opresión sistemática y la victimización son devastadoras"
Asimismo, en la línea del mensaje que lleva varios meses dando la Duquesa de Sussex sobre la influencia de los medios de comunicación y la salud mental, la tenista ha asegurado: "Tenemos que hacer frente a nuestra obligación para desacreditar los rumores maliciosos sin ninguna base, y el periodismo de tabloide. Las consecuencias para la salud mental de la opresión sistemática y la victimización son devastadoras, nos aislan y demasiado a menudo resultan letales ".
Un mensaje en el que ha terminado pidiendo respeto y una sociedad mejor para todos: " Quiero que la hija de Meghan, que mi hija y que tu hija vivan en una sociedad en la que predomine el respeto. Ten siempre presente que los frutos del espíritu son el amor, la alegría, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fe, la dulzura y el autocontrol. No hay leyes que valgan frente a ellas".