La Reina Isabel ama a todos sus hijos por igual, pero tiene especial debilidad por el tercero de sus vástagos, el Duque de York. El apoyo hacia el Príncipe Andrés es inquebrantable por mucho que se haya visto salpicado por el escándalo de abusos sexuales de Jeffrey Epstein, y para dejarlo claro, nada mejor que un gesto.
La Monarca continúa instalada en Balmoral, residencia de la Familia Real Británica en Escocia. Allí ha recibido la visita de la mayor parte de los Mountbatten-Windsor, entre ellos del Príncipe Andrés. Lejos de que su estancia haya sido privada, el Duque de York fue a la misa dominical, y lo hizo en el mismo coche que la Reina.
Apoyo sin fisuras
Isabel II no va a permitir que el escándalo haga daño al tercero de sus hijos y seguirá protegiéndolo personalmente. Es consciente de que el día que ya no esté, la suerte del Duque de York no será la misma, y por eso por el momento quiere mostrar al mundo que le apoya, aunque sea una decisión impopular.
El Duque de York atraviesa uno de los peores momentos de su vida después del suicidio de Jeffrey Epstein, millonario acusado de abusos y tráfico sexuales que fue amigo íntimo del Príncipe Andrés. Aunque el escándalo le ha tocado y su popularidad está bajo mínimos, continúa con su agenda oficial y tiene a su lado a la Reina Isabel.
No se podría decir lo mismo del Príncipe Carlos. Los dos hermanos no tienen sintonía, y el papel que la Reina ha dado y sigue dando al Duque de York no ayudan a armonizar el contacto fraterno. Pese a ello, el Príncipe de Gales no puede hacer otra cosa que aceptar que Isabel II apoya al Príncipe Andrés pase lo que pase.