Padre e hijo presidieron el partido entre el Manchester City y el United en el estadio de Wembley y dieron la mano a los jugadores, entre los que estaba Pep Guardiola.
El Príncipe Guillermo no se ha perdido la gran final de la Copa Inglesa y lo ha hecho acompañado de su hijo mayor, el Príncipe George. Los dos han presenciado desde el palco el partido entre el Manchester City y el United, que tuvo lugar en el estadio de Wembley, en Londres. La aparición del Príncipe George ha sido toda una sorpresa, ya que según indica la prensa británica, no contaban con que estuviera allí.
El Príncipe Guillermo y el Príncipe George no perdieron detalle de todo lo que iba ocurriendo durante el partido, que finalmente acabó con la victoria del United con dos goles frente al Manchester City, que se quedó en un gol. Desde la grada, El Príncipe Guillermo y el Príncipe George disfrutaron del encuentro junto al dueño del Manchester United, Sir Jim Ratcliffe, que se encontraba a su derecha y celebrara los goles con efusividad. Lo cierto es que no es la primera aparición del Príncipe George en un partido de fútbol, ya que también estuvo presente en un partido celebrado en el estadio de Aston Villa, donde acudió con su padre. El Príncipe George sabe los protocolos que debe seguir en estos actos y se comportó como tal durante todo el partido, prestando atención a cada movimiento de los dos equipos.
Saludo a Pep Guardiola
Antes de que diera comienzo el partido, el Príncipe Guillermo bajó al campo a saludar a todos los jugadores, a los entrenadores y a los árbitros, deseándoles suerte en el encuentro y entre ellos, estrechó la mano a Pep Guardiola, entrenador del Manchester City. Una vez conocidos los resultados, llegó el turno de entregar las medallas y el trofeo, al que no perdieron de vista antes de dárselo al United.
El Príncipe Guillermo puso las medallas al equipo vencedor y se mostró muy sonriente al colgarle el reconocimiento al cuello a Erik Ten Hag, el representante del United. El equipo vencedor fue muy aplaudido y ovacionado por el público, que celebró su triunfo. Aunque, los que no ganaron también tuvieron su reconocimiento al subir a recibir la plata y fue entonces cuando el Príncipe George saludó con la mano a Pep Guardiola.