Su llegada era una de las más esperadas de la mañana por detrás de la de los novios y estuvo marcada por varios momentos anecdóticos. El primero de ellos ocurrió nada más bajarse del coche cuando los allí presentes lo recibieron entre aplausos y vítores. Acompañado de uno de sus guardaespaldas y ayudado de un bastón para caminar, el Rey Emérito saludó muy sonriente a todo el mundo.
A la puerta de la Iglesia esperaba ya el Alcalde de Madrid, que llegó puntual a las 11:30 de la mañana como estaba previsto, justo media hora antes de comenzar el enlace. Tras posar, este estuvo recibiendo a todos los invitados que llegaron después de él como Alberto Núñez Feijoó y su esposa Eva Cárdenas o la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, que llegaba sola, sin su novio.
También acudieron las Infantas Elena y Cristina con sus hijos
Fue también en durante ese saludo y posado cuando el Rey Juan Carlos tuvo un pequeño descuido y se le cayó el bastón al suelo, siendo el novio el que se agachó para recogérselo, dejando así una llamativa imagen de este gran día. Tras entrar a la iglesia, el Alcalde también también a las Infantas y a sus hijos. Pasados 6 minutos de las 12 de la mañana llegaba la novia, Teresa Urquijo, con un pomposo vestido de novia que era el mismo que llevó su abuela y su madre el día de su boda. Iba acompaña de su padre, Lucas Urquijo, quien la llevó hasta el altar.