El gran día para la Princesa Leonor llego el 17 de octubre de 2019 cuando debutó por fin durante su primera visita oficial a Oviedo. Lo cierto es que a pesar de que era algo que ella sabía de sobra dese hacía tiempo, no ha podido contener su característica timidez, por lo que se la ha visto muy clamada durante su llegada a la Catedral de Oviedo acompañada por su hermana, la Infanta Sofía, y sus padres, los Reyes Felipe y Letizia.
La Princesa Leonor en su primera visita oficial a Oviedo acompañada de la Reina Letizia y de a Infanta SofíaSin duda alguna la que ha estado más espontánea ha sido la Infanta Sofía, que a pesar de haber estado en un segundo plano por las circunstancias, ha podido hacerse notar en el momento en el que junto a su padre han saludado a los presentes, porque ella, en vez de ir con una única mano iba con las dos para saludar a la mayor cantidad de gente posible. Como la zona que cubrieron madre e hija era más amplia, el Rey y la Infanta tuvieron que esperar unos minutos a que terminaran.
Canciones por aquí y saludos por allá
Si bien es cierto, la timidez de la heredera de España ha desaparecido en el momento en el que han salido de la Catedral, ya que han estado escuchando a una coral infantil y ella, que se sabía la canción, ha querido seguirla al dedillo mientras que su hermana en esta ocasión sí que se quedaba callada. En ese momento ha contado con el apoyo e sus padres, que también se sabían la canción y han aprovechado para cantar a su lado. De esta manera la niña ha mostrado lo bien que se sabe todo y lo aleccionada que está en cuanto a las canciones de la tierra asturiana.
El Rey Felipe, muy pendiente de la Princesa Leonor en su primera visita oficial a OviedoEl viento también ha tenido su pequeño protagonismo, puesto que la Princesa Leonor se ha despeinado en más de una ocasión y la Reina Letizia no le ha quitado ojo, colocando su cabello cuando lo ha visto algo descolocado. En ese sentido también la Infanta Sofía se muestra más natural y resulta, mientras que su hermana parece tener reparos a la hora de ser más espontánea, conteniéndose quizás demasiado. Y por suerte a la Reina Letizia no se le ha subido el vestido más de la cuenta, aunque poco ha faltado como en una ocasión que sí que se le llegó a ver la ropa interior.
