El 19 de mayo de 2018, el Príncipe Harry y Meghan Markle contrajeron matrimonio en Windsor. Con ocasión de su boda, la Reina Isabel otorgó a su nieto los títulos de Duque de Sussex, Conde de Dumbarton y Barón Kilkeel, que ha extendido a Meghan Markle como consorte. Ambos son conocidos desde entonces como los Duques de Sussex, y si cada aparición pública de ambos genera mucha expectación, esta se multiplicó con motivo de su primera visita al lugar del que son Duques.
La primera visita de su periplo fue Chichester, donde pasearon por sus calles y fueron saludando a los ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a conocer al hijo y la nuera del Príncipe de Gales. La pareja se entretuvo principalmente con los niños allí presentes, así como con algunos perros que estaban junto a sus dueños, y que hicieron las delicias de la pareja real, que es muy amante de los canes.
Encantados en Sussex
Había muchos niños, tantos que el Príncipe Harry quiso saber si se habían saltado las clases para recibirles. Como señala Daily Mail, un grupo de escolares de la Westbourne House School confesaron que se habían saltado la clase de Latín para ver en persona a los Duques de Sussex. Ante semejantes palabras, el Duque de Sussex chocó la mano con el chico en plan de broma, pero después le dijo que era importante que fueran al colegio y estudiaran.
De todos modos, los niños tenían permiso, ya que su profesora estaba presente y se emocionó tanto al conocer al nieto de la Reina Isabel que no le quería dejar marchar. Además, le regaló una guía de la 'A a la Z' sobre Sussex para tener todos los detalles sobre dónde ir, qué hacer etc. Es posible que la utilicen si vuelven a título personal, ya que en esta visita oficial estaba todo medido.
Más tarde aparecieron en Edes House, donde se encuentra una copia manuscrita de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, mientras que la otra está en el Museo de los Archivos Nacionales de Washington. Esta copia, llamada Declaración de Sussex, probablemente emocionó a Meghan Markle, de nacionalidad estadounidense.
De allí han viajado a Brighton, capital gay de Reino Unido, donde han paseado por el Royal Pavilion, construido por el Rey Jorge IV en los años 80 del siglo XVIII y que ha gustado mucho a los Duques de Sussex. Posteriormente se han acercado a conocer a las personas que trabajan en Survivors' Network, entidad que apoya a las víctimas de abusos sexuales. Para terminar, se han trasladado a Peacehaven para visitar el Centro Juvenil JOFF, donde se trabaja en favor de la salud mental, algo en lo que los Príncipes Guillermo y Harry y sus consortes están volcados a través de la Royal Foundation.
Entre todas estas visitas destacó no solo la sencillez de los atuendos de ambos, aunque el de ella era bastante caro, sino la expectación que se creó a cada paso que dieron, las muchas personas a las que saludaron, el cariño que recibieron y el que regalaron. Además, los Duques de Sussex demostraron gran complicidad y pasearon cogidos de la mano en diversas ocasiones.