No es ningún secreto que la mayoría de personas famosas o con cierta relevancia en el panorama sociocultural lo tienen bastante difícil a la hora de seleccionar a sus colegas, a los que formarán parte de su círculo más cercano. Una pequeña vocecita en su interior no para de preguntarles: '¿y si solo se está a acercando a ti por interés?', convirtiéndose en un riguroso escáner en el que cada detalle sospechoso servirá para no pasarle el filtro y terminar mandando a paseo a todo aquel que solo quiera un poco de notoriedad. El resultado es un grupo de amigos muy pequeño y selecto, pero de calidad, en el que se puede confiar en todos y cada uno de los camaradas.
Una pandilla así es la que ha podido formar el Rey Felipe VI, que tras unos años de intensa purga ha conseguido que solo los amigos más fieles y leales permanezcan a su lado. Uno de ellos, el más incondicional, de hecho, es Álvaro Fuster, un hombre que siempre ha sabido mantenerse al margen de los escándalos y mantener la boca cerrada, lo que le ha valido para ganarse la plena confianza del monarca y de toda la Familia Real, que lo ha acogido como si de uno más se tratara y ha contado con su presencia en diferentes eventos o celebraciones.
Precisamente, la discreción es uno de los puntos fuertes de Fuster, que nunca se ha querido referir de manera pública al soberano, un amigo que conoce desde prácticamente toda su vida. Él, nacido en el seno de una familia de bien que se dedicaba al negocio de la aeronáutica, coincidió con el entonces Príncipe de Asturias en las aulas del Colegio Santa María de los Rosales, centro en el que ahora estudian la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. A partir de ese momento se comenzó a forjar su amistad, que ha sobrevivido a lo largo del tiempo y que todavía hoy sigue siendo tan intensa y fuerte como el primer día.
El último superviviente
Pero Álvaro Fuster no siempre fue el único en el que el Rey Felipe VI pensaba que podía confiar, sino que hubo un tiempo en el que el monarca poseía un auténtico ejército de amigos que, poco a poco, por desavenencias de la vida, han ido desapareciendo -o han sido 'desterrados'-. Que la mayoría de ellos se haya visto envuelto en los últimos años en algún que otro asunto de corrupción ha sido razón más que suficiente para que la Casa Real decidiera cortar por lo sano con esas relaciones y hacer un rápido lavado de cara. Javier López Madrid también era de los pocos que podía presumir de pertenecer a la vida del soberano, llegando incluso a prestarle algún que otro 'picadero' para que pudiera reunirse con sus amoríos sin tener que preocuparse por la prensa.
Sin embargo, Madrid fue detenido en abril de 2017 por su implicación en el polémico caso de las tarjetas 'black', y desde entonces, la Casa Real no ha querido saber nada del 'compi yogui' de Doña Letizia. Hablando de la Reina de España, son muchas las voces que también la señalan como un hueso duro de roer en cuanto a lo que ganarse su confianza se refiere. De hecho, varias fuentes cercanas a la Zarzuela aseguran que la mayoría de amistades del Rey Felipe VI no la tragaban y que por eso se han ido alejando poco a poco de él, aunque el sentimiento era recíproco. "Son bastante clasistas. ¿Casarse con la nieta de un taxista? Ella tampoco los soportaba", apunta El Español.
Por el contrario, todo apunta a que la Reina Letizia y Álvaro Fuster se llevan de maravilla, y los dos monarcas no dudan en reunirse de vez en cuando con el empresario y su mujer, Beatriz Mira, con quien se casó en marzo de 2012, de cuya boda fue testigo el Rey Felipe VI. Desde entonces, las dos parejas han disfrutado en compañía de diferentes escapadas, y entre todos ellos hay muy buena sintonía. "Con Álvaro y Bea parece que Letizia se siente cómoda y feliz con ellos", se asegura desde El Español.
Cuestión de lealtad
A pesar de que se conocen desde hace más de cuarenta años, Álvaro Fuster nunca ha utilizado el nombre de su mejor amigo para conseguir algo o alardear de sus contactos en Zarzuela, sino que siempre se ha mantenido al margen y ha respetado la privacidad tan importante para la Casa Real. "Es discreto y sencillo. Nunca se ha aprovechado de ser su amigo. Felipe confía plenamente en él. De hecho, es el único amigo que le queda", apuntaba una de las fuentes de El Español. La conducta ejemplar del empresario le ha permitido afianzarse como uno de los colegas más honestos del Rey, posicionándose como uno de los pocos que la Casa Real todavía ve con buenos ojos. "La corrupción ha obligado a Don Felipe a controlar sus amistades y Álvaro es uno de los pocos en los que confía plenamente", explicaba La Otra Crónica.
Lo cierto es que Álvaro Fuster ha demostrado su lealtad a Don Felipe desde el minuto cero en que empezaron a ser amigos. Se comenta que el soberano era bastante tímido en su juventud en lo que a ligar con chicas se refería, y en ese sentido siempre contó con la ayuda de su fiel escudero, todo un Don Juan que le organizaba encuentros y le daba consejos de seducción. Cuando llegaba la hora de la verdad y el entonces Príncipe de Asturias debía reunirse con alguna mujer, el empresario le ayudaba a buscar sitios en los que la atenta mirada de los paparazzi no pudiera convertirse en un problema, llegando incluso a prestarle alguna de sus propiedades.
Sin embargo, Fuster no pudo hacer nada por evitar que salieran a la luz las polémicas fotografías en las que el Rey aparecía en la India junto a Eva Sannum, una modelo noruega que posó en topples para diferentes medios, aunque sí estuvo a su lado para apoyarlo ante el revuelo que se formó, demostrando una vez más que es el amigo más leal con el que Felipe VI puede contar.