Alfonso López de Carrizosa, amigo español de Ari Behn, ha querido pronunciarse sobre cómo era la personalidad de Ari Behn.
La muerte de Ari Behn ha sido un jarro de agua fría para todos aquellos que lo conocían, ya que a pesar de que era conocida la depresión por la que pasaba, nadie esperaba el fatal desenlace. Vanity Fair se ha puesto en contacto con un empresario jerezano que fue amigo del exmarido de la Princesa Marta Luisa de Noruega y que coincidió con él en varias ocasiones y asegura que este final no se lo esperaba nadie: "Estoy en shock. Era un gran tío, una bellísima persona. Solo tengo palabras de agradecimiento". Su historia de amistado comenzó porque el escritor era amigo de un empleado de la finca de Alfonso López de Carrizosa, como así se llama.
De esta manera, el empresario le invitó en 2016 a pasar unos días en su casa, justo después de su ruptura con la Princesa Marta Luisa. Según el jerezano, él no notó que estuviera pasando un mal momento, como escribió en su libro 'Infierno'. "No estaba triste para nada. Es verdad que tenía esa fama de peculiar, pero el hombre que yo conocí era alguien que disfrutaba como el que más con todo". Un año después volvió al mismo lugar con sus hijas, para que disfrutasen del sitio. A pesar de que siguiesen hablando para organizar una nueva escapada, esta finalmente no salió adelante. Ari Behn sufrió presuntamente acoso por parte de Kevin Spacey
El fallecimiento ha creado una auténtica conmoción en Noruega, mucho más coincidiendo con las festividades navideñas. Por ello, muchas personas se han acercado al Palacio Real en Oslo para rendirle homenaje, colocando flores y velas y mostrando así sus condolencias a las hijas del escritor. El propio Rey Harald quiso enviar un comunicado lamentando lo sucedido, al igual que la Primera Ministra noruega, Erna Solberg.
Con su muerte y buscando entre sus diferentes entrevistas, se ha podido rescatar una de ellas que en su momento no fue muy llamativa, pero que cobra más sentido con el tiempo. Esta tiene que ver con un encuentro que Ari Behn tuvo con el actor Kevin Spacey, denunciado por abusos. Fue en un concierto celebrado en el Oslo Spektrumcon motivo del Premio Nobel de la Paz en el 2007 cuando ambos coincidieron, y el escritor narró: "Tras el espectáculo estábamos conversando, él estaba sentado junto a mí. Después de cinco minutos, me dijo: 'Oye, salgamos a fumar un cigarrillo', y mientras me lo decía me tocó la entrepierna por debajo de la mesa". Con su sentido del humor, el noruego no le dio importancia, y quedó en una anécdota que con el tiempo se suma a una acusación más.