Los miembros de las Familias Reales suelen eclipsarse los unos a los otros, sin importar su relevancia. Las mujeres suelen interesar más que los hombres de la realeza, los jóvenes, van por encima de los de mayor edad, y todos quedan en un segundo plano cuando aparecen en escena los niños, que en la actualidad son unos cuantos en todas las Casas Reales de Europa.
Con la coronación de Guillermo Alejandro como Rey de Países Bajos, su primogénita, Amalia, se convirtió en Princesa de Orange-Nassau y Heredera de la Corona de Holanda, pero sus apariciones públicas siguen estando muy limitadas, al igual que las de sus hermanas pequeñas, la Princesa Alexia y la Princesa Ariane.
Después de cuatro meses de ausencia, desde su posado navideño en Argentina, las tres princesas de Países Bajos reaparecieron con motivo de la celebración del Día del Rey, fiesta nacional en la que se festeja el cumpleaños del Monarca, que tiene lugar cada 27 de abril desde que Guillermo Alejandro subió al Trono.
Las tres pequeñas princesas acudieron junto a sus padres, los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima, a la localidad de Dordrecht, y es que cada año se celebra el Día del Rey (o anteriormente el Día de la Reina) en un sitio distinto del país.
Las celebraciones comenzaron por la mañana en el muelle de Groothoofd, donde la Familia Real ha presenciado un desfile de barcos antiguos y modernos. Después han tomado una embarcación que les ha llevado al centro. Han disfrutado de actuaciones musicales, incluso de la música del DJ Lucien Foort, y se han mezclado con los ciudadanos en una jornada muy especial.
Presentes y ausentes
Junto a los Reyes y sus tres hijos estuvieron otros miembros de la realeza holandesa como el Príncipe Constantino y su esposa, la Princesa Laurentien, así como tres de los cuatro hijos de la Princesa Margarita y Pieter van Vollenhoven con sus respectivas mujeres.
En el apartado de las ausencias, se echó de menos a la Princesa Beatriz, que quiere dejar todo el protagonismo a su hijo, a la Princesa Mabel, prácticamente retirada de la vida oficial tras la muerte de su marido, a la Princesa Margarita y a Pieter van Vollenhoven, así como a los Príncipes Floris y Aimée, hijo y nuera respectivamente de la Princesa Margarita, ausentes por causas familiares.