Con la incógnita de si por allí, después de haber sido pillados de vacaciones en Roma, aparerecían la Infanta Cristina, Iñaki Urdangarín y sus cuatro hijos, a mediodía comenzaron a llegar al Palacio de la Zarzuela los invitados al cumpleaños del Rey Juan Carlos.
El Rey Emérito hubiera querido realizar una gran fiesta para soplar las velas de su 80 cumpleaños, pero el actual Jefe del Estado pidió discreción y se optó por un almuerzo privado con una lista de invitados que rondaba las 70 personas.
Entre los invitados a los que se pudo ver llegar en diferentes coches estuvieron las hermanas del cumpleaños, la Infanta Margarita y la Infanta Pilar, que acudieron junto a sus respectivas familias, así como los Borbón-Dos Sicilias.
La seriedad del Rey Juan Carlos
En el interior le esperaba el Rey Emérito acompañado por la Reina Sofía, los Reyes Felipe y Letizia con sus hijas Leonor y Sofía, y la Infanta Elena con sus hijos Froilán y Victoria Federica, estando ausente, por tanto, la otra hija de Don Juan Carlos y su familia.
Precisamente todo ellos se hicieron una foto de familia en la que el cumpleañero, por cierto, no aparece para nada sonriente por la agradable fiesta. Una imagen familiar que no se producía desde que en verano de 2016 salieron todos juntos a disfrutar de una agradable velada durante los días de descanso en Mallorca.