Como señala Vanitatis, los comensales disfrutaron de jamón ibérico, queso curado, gildas de anchoa, tacos de salmón y guacamole como entrantes. El almuerzo prosiguió
con crema de calabaza, carabineros y capón que tomaron casi todos los invitados.
Hubo sin embargo tres o cuatro personas que no quisieron carne y optaron por una lubina. Teniendo en cuenta que la Reina Sofía no come carne, es probable que ella fuera una de las que tomaron pescado.
Un ambiente de risas y complicidad
A pesar de que hay tiranteces entre miembros de la familia, principalmente con la Reina Letizia, cuya relación con los Borbones es tensa, el ambiente fue agradable, entrañable y todos se lo pasaron muy bien. Se contaron anécdotas familiares, algo muy habitual en este tipo de reuniones y hubo risas.
En los postres, la Infanta Elena ofreció unas palabras a los presentes, a los que agradeció que le hubieran acompañado en su 60 cumpleaños. Hubo brindis, se entregaron los regalos y posteriormente, se acabó la fiesta. Los primeros en irse fueron los Reyes Felipe y Letizia, que regresaron a su residencia en La Zarzuela, donde, salvo que hubiera tenido otros planes, todo apunta a que les esperaba la Infanta Sofía, una de las grandes ausentes al cumpleaños de la Infanta Elena.