La hija mediana de los Reyes de Países Bajos participó por primera vez en el Prinsjesdag, una celebración agridulce en la que no supo disimular.
Ser miembro de la realeza implica dejarse ver públicamente de forma habitual, mostrando siempre buena cara se esté como se esté. Un royal que no sonríe nunca suele recibir críticas y levantar rumores, mientras que uno que sí, provoca habitualmente mayor conexión con la ciudadanía. Esto ocurre con la carismática Máxima de Holanda, una reina que siempre sonríe, esté ante fans o ante personas que no le tienen en alta estima, como ocurrió en el Prinsjesdag.
En esa ceremonia, celebrada el 19 de septiembre de 2023, se reunieron los Estados Generales y el Rey Guillermo Alejandro pronunció un discurso en el que desgranó los planes del Gobierno de Países Bajos para el curso político que comienza. Además, la Familia Real Neerlandesa fue en carroza desde el Palacio de Noordeinde hasta el Teatro Real de La Haya, regresando también en carruaje a la vuelta.Ya desde el Palacio de Noordeinde, los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima, la Princesa Amalia, la Princesa Alexia, el Príncipe Constantin y la Princesa Laurentien salieron al balcón a saludar. Todos sonreían, sobre todo la Reina Máxima. Viendo las imágenes se puede apreciar que la debutante en este acto, Alexia de Holanda, cambió el gesto en alguna ocasión.
Mientras todos los demás sonreían y saludaban, ella parecía hacerlo con más desgana y cierta cara de circunstancias. ¿La razón? Por un lado algunos aplaudían, mientras que otros abucheaban a la Familia Real Neerlandesa en señal de protesta.Al darse cuenta, a la hija de los Reyes de Países Bajos le cambió el gesto, algo que no ocurrió con sus padres, su hermana y sus tíos, más acostumbrados a estos actos y a que no siempre van a recibir alabanzas.
La Princesa Alexia es alegre y espontánea, ya ha cumplido con su primer acto oficial en solitario y se le ve resuelta, pero está claro que necesitaba mayor preparación y rodaje para enfrentarse a este tipo de situaciones no siempre agradables. A nadie le gusta ser abucheado, pero como royal, no le queda más remedio que hacer como si no pasara nada, como ocurrió con su hermana Amalia, que pese a tener solo año y medio más que su hermana, tiene mucha más experiencia.