A pesar de que Alexandra Manley dejase de formar parte de la Familia real en el año 2005, parece un miembro más de la casa real de Dinamarca. No solo por ser la madre de los nietos mayores de la Reina Margarita, sino porque suele ser una más en las reuniones familiares. Además, conserva muchos de los privilegios que tenía cuando aún estaba casada con el Príncipe Joaquín de Dinamarca y también goza de una posición social muy cómoda, pero eso sí, con la correspondiente expectación mediática. La prensa la ha considerado la "portavoz oficial" de la Casa Real ya que es habitual en ella conceder entrevistas con los medios en los que no se calla nada.
La condesa de Frederiksborg (título que le concedió la Reina Margarita) ha ofrecido una extensa entrevista a la revista danesa Alt, donde ha hablado, sobre todo, del sexismo y el movimiento #MeToo, con el que asegura se siente muy identificada ya que, aunque hasta ahora no había querido contar nada, ha sido víctima de acoso sexual hasta en dos ocasiones.
"Somos muchas mujeres las que hemos vivido cosas de cerca. [...] Yo trabajé en el mundo financiero de Hong Kong y había mucho sexismo, era un mundo dominado por hombres. Uno de los principales ejecutivos extranjeros se acercó a mí e intentó acosarme. Lo aparté y mi 'no' fue aceptado, mantuve mi trabajo. Soy consciente de que tengo suerte por poder decir que mí 'no' fue un 'no'", contaba Manley.
"Estoy segura de que eso no hubiera pasado si yo hubiera sido un niño"
Pero este no es la única situación donde la Condesa ha sufrido acoso sexual ya que, según contaba a la revista, cuando tenía unos 15 años unos hombres extraños la persiguieron hasta su casa. "Fui perseguida por dos hombres cuando bajé del transporte público. Mi casa estaba a 300 metros y corrí todo lo que pude. Había dos entradas en mi bloque y tomé la que normalmente no usaba para despistar", contaba.
Alexandra Manley confiesa que gracias a estas situaciones en las que ha estado en primera persona le está dando unos valores a sus hijos, los príncipes Nicolás y Félix. "Tenemos una responsabilidad para enseñar estas cosas a nuestros hijos. Yo estoy feliz de ver cómo mis dos chicos tratan a sus amigos y amigas, y no dejan nunca que una chica se vaya sola a casa", cuenta orgullosa.