El Príncipe Alberto de Mónaco superó el coronavirus en la primera ola sin problemas, pero le costó dejar atrás algunas de las secuelas de la Covid-19.
El Príncipe Alberto de Mónaco tuvo coronavirus durante la primera ola. Fue el primer Jefe de Estado en contraer Covid-19, y aunque logró superar la enfermedad sin demasiados problemas, ha contado que sus efectos duraron un tiempo. El Príncipe de Mónaco ha revelado en People donde ha dicho que después de su cuarentena tenía algo de tos, pero que se sentía bien. Sin embargo, poco después de esa mejora comenzó a tener fatigas de manera intermitente hasta junio de 2020: "No era todos los días, sino dos, tres veces por semana".
La fatiga de aparición repentina o persistente es el síntoma más común informado entre aquellos que experimentan los efectos de la Covid-19 a largo plazo durante su recuperación. Según la OMS, hay otros síntomas que pueden incluir dificultades respiratorias continuas, dolores musculares o corporales y pérdida de memoria o concentración.Además, ha comparado la fatiga que ha estado sintiendo como una sensación similar a la que aparece cuando se ha hecho demasiado deporte o cuando se está saliendo de una enfermedad. Sin embargo, en los primeros días tras dar positivo tuvo una sintomatología leve parecida a la de una gripe común, incluyendo unas décimas de fiebre, tos, secreción nasal y ligeros mareos. De hecho, también ha confesado que, a pesar de estar en reposo, pudo seguir adelante con sus compromisos haciendo llamadas telefónicas , leyendo libros o revistas y viendo algunos vídeos en Netflix.
Contento por la evolución de la pandemia en Mónaco
Alberto de Mónaco está muy contento y satisfecho con cómo está llevando su país la pandemia: "Tenemos números muy bajos. El último informe que recibí esta mañana es de 18 personas en el hospital, solo cuatro en cuidados intensivos y solo un caso nuevo durante el fin de semana", dice. "Así que esos son números bastante buenos. El número de personas infectadas por población es uno de los más bajos en Europa, así que estamos aguantando".
Además, ha confesado que seguirán con unas medidas cautelosas de seguridad para que la Navidad no suponga un aumento de contagios: "vamos a cerrar los lugares públicos habituales donde la gente se congrega en la víspera de Año Nuevo, como la Plaza del Casino y el muelle donde normalmente tenemos el Mercado de Navidad, que es una versión muy reducida este año", añadió Alberto de Mónaco.