Charlene y Alberto de Mónaco llegaban sonrientes y tremendamente elegantes. El Príncipe no daba muestras de cansancio, por lo que se elimina cualquier tipo de rumor o duda en torno a su estado de salud. Ambos se mostraron muy cercanos en todo momento, dedicándose gestos de complicidad. Además, se les pudo ver bailando juntos en la pista de baile demostrando la buena relación que tienen.
Elegancia y sofisticación
En el Baile de la Cruz Roja todo es pura sofisticación y Charlene de Mónaco bien lo sabe. Por esto, la Princesa apostó por un vestido en color gris perla con un tejido que imitaba a las escamas, por lo que parecía una auténtica sirena. Entallado y con escote en pico, Charlene de Mónaco estaba espectacular, mientras que el Príncipe apostó por un traje con chaqueta en tono blanco roto y pajarita granate. Entre los asistentes se encontraba Adriana Karembeu que presumió de embarazo con un vestido en color rojo.