Era uno de los momentos más esperados para ver a Alberto de Mónaco de nuevo en un evento público. El Baile de la Cruz celebraba su 70 aniversario y, por eso, se trataba de una cita ineludible para el Príncipe que, tras unas semanas de parón por problemas de salud, acudía muy sonriente junto a Charlene de Mónaco.
Sin lugar a dudas, la reaparición de Alberto de Mónaco era un momento de lo más esperado, puesto que poco se sabía acerca de su estado de salud. El 11 de julio se vio obligado a cancelar la inauguración de una exposición y, desde Palacio, comunicaron que se encontraba en "un estado de fatiga continuada que ha requerido un chequeo médico". Finalmente, no tuvo ningún problema más allá de la fatiga pero sí que aligeró bastante su agenda.
Charlene y Alberto de Mónaco llegaban sonrientes y tremendamente elegantes. El Príncipe no daba muestras de cansancio, por lo que se elimina cualquier tipo de rumor o duda en torno a su estado de salud. Ambos se mostraron muy cercanos en todo momento, dedicándose gestos de complicidad. Además, se les pudo ver bailando juntos en la pista de baile demostrando la buena relación que tienen.
Elegancia y sofisticación
En el Baile de la Cruz Roja todo es pura sofisticación y Charlene de Mónaco bien lo sabe. Por esto, la Princesa apostó por un vestido en color gris perla con un tejido que imitaba a las escamas, por lo que parecía una auténtica sirena. Entallado y con escote en pico, Charlene de Mónaco estaba espectacular, mientras que el Príncipe apostó por un traje con chaqueta en tono blanco roto y pajarita granate. Entre los asistentes se encontraba Adriana Karembeu que presumió de embarazo con un vestido en color rojo.