Los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco vuelven a tener que hacer frente a los rumores de crisis a escasos días de empezar su luna de miel. La pareja se encuentra en Durban, donde Alberto tiene distintos compromisos con el Comité Olímpico Internacional, y la sorpresa ha sido mayúscula al descubrirse que se alojaban en distintos hoteles de ciudad sudafricana.
Charlene se está hospedando en una lujosa suite de 450 metros cuadrados del Oyster Box, mientras que el príncipe ha sido visto en el céntrico hotel Hilton de Durban. El padre de la ex nadadora ha asegurado que la relación entre los recién casados es perfecta y que su separación sólo pretende evitar problemas de tráfico a su yerno antes de las tempranas reuniones del COI.
La princesa ya ejerce como consorte y ha mostrado su preocupación por cómo la crisis financiera está afectando a las instituciones humanitarias de su país. Sencilla y cálida, Charlene disfrutó con los niños de Cotlands antes de reunirse con el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu.
Princesa a la fuga
Ésta no es la primera vez que la pareja tiene que lidiar con los rumores de la prensa. Pocos días antes de la boda real, un diario francés aseguraba que la novia había abandonado Mónaco tras descubrir el lado oculto del príncipe.
Los responsables de prensa de la familia real monegasca se vieron obligados a emitir un comunicado desmintiendo la noticia, antes de que ésta acabara en portada de los medios de comunicación de todo el mundo.