Galería: Coronación de Felipe de Bélgica
Tal y como etaba previso, la ceremonia de abdicación del Rey Alberto II de Bélgica comenzó esta mañana a las 9:30 y siguiendo con la tradición, la Familia Real acudió a la solemne misa Te Deum que tuvo lugar en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas.
Una particularidad de esta ceremonia de abdicación y coronación belga es que los monarcas han procurado que los actos oficiales tradicionales y propios de la Fiesta Nacional formasen parte del programa. Así, como cada año, la Familia Real acudió al concierto Preludio en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y al Baile Nacional y esta mañana han vuelto a presidir su última misa como Reyes de los belgas. Con esta ceremonia, los actos del Día Nacional de Bélgica quedaron inaugurados de manera oficial.
Después de veinte años de reinado, Alberto II y su esposa Paola recibieron una calurosa bienvenida a su llegada al templo. El resto de miembros de la Familia Real belga también estuvieron presentes en una ceremonia oficiada por el arzobispo Leonard. Durante la misa, de poco más de media hora de duración, los monarcas salientes se han mostrado visiblemente emocionados y una vez más, la Reina Paola no pudo contener las lágrimas de la emoción.
El Rey Alberto II agradece a su mujer el apoyo incondicional que le ha brindado
Hacia las 11.15 la Familia Real se trasladó al Palacio Real de Bruselas donde el rey Alberto II finalmente firmó el acta de abdicación al trono belga en favor de su hijo el Príncipe Felipe, quien pasará a llamarse Philippe en los actos oficiales. Al acto también acudió el Primer Ministro belga, Elio di Rupo, a quien el monarca Alberto II se dirigió para agradecer la relación de cooperación que han mantenido.
Además, el Rey saliente aprovechó la ocasión para agradecer a su esposa Paola los años de apoyo incondicional que le ha brindado y se dirigió a su hijo Felipe con estas palabras: "Felipe, posees un gran corazón y la inteligencia para servir de forma óptima a nuestro país". A este respecto, Elio di Rupo también declaró que el nuevo Rey contaría con todo el apoyo del gobierno.
Seguidamente, la Ministra de Justicia, Annemie Turtelboom, leyó en voz alta el acta de abdicación, que ha sido redactada en base a un documento por el que el rey Leopoldo III fue oblligado a abdicar a mediados del siglo XX. Tras la lectura, el rey Alberto II pasó a firmar el documento bajo la supervisión de la Princesa Matilde y su esposa la Reina Paola. El acta también ha sido firmada por los vicepresidentes y los presidentes del Congreso y el Senado y se pasó a cerrar la ceremonia con el himno nacional belga, La brabanzona. Finalizado el acto, la Familia Real y las personalidades presentes se trasladaron hacia el Palacio de la Nación, donde tuvo lugar la coronación de Felipe, séptimo rey de los belgas.