El título de Alteza Real no conlleva ninguna prestación económica en favor de Delphine, pero su nombramiento sí afecta a su vida personal, llegando incluso a ocupar el asiento que le corresponde en la tribuna real en el Día Nacional de Bélgica.
Durante una entrevista en el Paris Match, concedida con motivo de la inauguración de una exposición artística en Knokke, localidad belga desde la que ha querido demostrar que sigue ganándose la vida como escultora y pintura y que su día a día no ha cambiado: "Tengo libertad para elegir mis actividades y tengo por encima de todo mi profesión. En ese sentido no tengo el mismo papel que mis hermanos".
Nunca ha querido forzar la situación
A finales de octubre de 2020, el Rey Alberto y su esposa Paola recibieron a Delphine, que los define como personas muy cercanas. La Casa Real belga difundió un comunicado con mucha carga personal y una foto de aquel evento: "Cada uno de nosotros ha podido expresar con serenidad y empatía sus sentimientos y vivencias. Después de las polémicas, las heridas y el sufrimiento vienen tiempos para el perdón, la curación y la reconciliación. Este es el camino, paciente y a veces difícil, que hemos decidido tomar juntos. Estos primeros pasos allanan el camino que a partir de ahora nos corresponde continuar", decía el citado comunicado.
Tras este encuentro, Delphine siguió presentándose a los miembros de su familia, y a finales de 2020 conoció a su hermano, el Rey Felipe de Bélgica, a quien asegura tener un gran aprecio. Sin embargo, es con la Princesa Astrid con quien asegura haber sentido una conexión especial: "Me gusta tener contacto con ella, le tengo una enorme simpatía. Se nota que es mi hermana", ha asegurado.