La Dinastía Al-Thani está al frente de Catar desde 1850 y, a día de hoy, la octava generación de este poderoso linaje todavía gobierna con mano de hierro el país con mayor renta per cápita del mundo. El lujo, la fama y el poder envuelven a los más de 3.000 miembros que componen a esta multimillonaria familia, de la que muy poco se conoce más allá de sus turbios negocios. Muy vinculados a la Familia Real española, los Al-Thani forman un poderoso triángulo cuyos vértices son: padre, madre e hijo.
Hamad bin Khalifa Al-Thani, el jefe de la familia
Aparte de ser el jefe del clan familiar, Hamad bin Khalifa Al-Thani es el artífice de la modernización de Catar : un país que se independizó de Arabia Saudí en los años 70 y que desde su controvertida llegada al poder en 1995 se ha convertido en una potencia mundial con poderosas influencias y un indudable desarrollo económico.
Graduado en la Academia Militar de Sandhurst (Reino Unido), ocupó diversos cargos gubernamentales durante el mandato de su padre (Khalifa bin Hamad Al-Thani). Sin embargo, tal y como lo describe Peter Salisbury (experto en Oriente Medio): "el príncipe era joven y enérgico, independiente, un activista y agitador que pedía cambios". Esta motivación fue la que lo llevó a protagonizar un Golpe de Estado contra su padre el 27 de junio de 1995. Fue a partir de ese momento cuando se inició el gran cambio para Catar.
El nuevo emir decidió reactivar la economía de su país mediante el desarrollo y exportación de sus reservas de gas natural. Gracias a ello, Catar se convirtió primero en una potencia regional y luego daría el paso al escenario internacional. Además, es importante señalar también que él fue el creador del canal de televisión Al-Jazeera, todo un referente en el mundo árabe.
En el terreno personal, Hamad bin Khalifa Al-Than se ha casado en tres ocasiones y tiene un amplio número de herederos: nada más y nada menos que 24 hijos. El cuarto de ellos (Tamim bin Hamad Al-Thani) fue el elegido para sucederle al frente del país en 2013. Desde entonces, el todopoderoso emir ejerce el poder en la sombra y continúa al frente de sus negocios, fruto de los cuales goza de una fortuna estimada en 2.000 millones de dólares.
Mozah bin Nasser Al-Missned, la jequesa fashion
En 1977, el Emir de Catar contrajo matrimonio con Mozah bin Nasser Al-Missned con el objetivo de sellar la paz con uno de sus principales opositores : Nasser bin Abdullah Al-Missned. Sin embargo, lo que en un primer momento se trató de un matrimonio de conveniencia que parecía que condenaría a la nueva jequesa al ostracismo, finalmente ha derivado en todo lo contrario: Mozah bin Nasser Al-Missned es a día de hoy todavía más conocida que su marido, goza de una gran influencia a nivel internacional y es considerada un icono de estilo dentro y fuera de sus fronteras.
En Catar, donde las mujeres no suelen tener una presencia destacada y donde todavía el velo integral goza de amplio arraigo, la jequesa llama la atención por su estilo occidental y sus trajes de Alta Costura. De hecho, las grandes firmas europeas (Christian Dior, Chanel, Valentino...) modifican en exclusiva sus diseños para adaptarlos a su estilo y necesidades culturales. Pese a su atrevidos y excesivos estilismos, es muy respetuosa con la tradición y siempre lleva su pelo cubierto con pañuelos o gorros al estilo Jackie Kennedy.
Pero más allá de cuestiones estéticas, lo cierto es que la Jequesa de Catar es considerada como una de las mujeres árabes con mayor influencia y proyección internacional. Está profundamente involucrada en cuestiones sociales, educativas y culturales; para las cuales creó la Qatar Foundation en 1995. Además, es Presidenta de la Fundación Árabe para la Democracia y colaboradora en diversas misiones y proyectos de la Unesco.
Tamim bin Hamad Al-Thani, el heredero
Mozah bin Nasser Al-Missned supo mover muy bien los hilos y consiguió que en 2013 su marido abdicase en el segundo de sus hijos (cuarto para él): Tamim bin Hamad Al-Thani. El nuevo emir ascendió al trono con tan sólo 33 años, siendo el soberano más joven de las monarquías del Golfo Pérsico.
Estudió en Inglaterra y es un gran apasionado de los deportes. De hecho, es Presidente del Comité Olímpico de su país, ha impulsado numerosos proyectos de promoción del deporte ( en 2005 creó la Qatar Sport Investiments, patrocinadora del F.C. Barcelona ) y se le considera artífice de que el Mundial de Fútbol 2022 se celebre en Catar.
Tiene tres esposas, aunque las más conocidas son las dos primeras. La primera de ella, como manda la tradición familiar de casarse sólo con miembros del clan, fue su prima Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim al-Thani. Se casaron en 2005 y tienen cuatro hijos en común. Cuatro años más tarde se casaría con Sheikha Anoud bint Al-Mana Hajri, hija del Embajador de Jordania en Egipto, con la que ha tenido otros dos hijos.
Grandes negocios y un patrimonio multimillonario
Probablemente muchas de las cuestiones mencionadas hasta ahora no eran de conocimiento del gran público. Sin embargo, sí lo es la incalculable fortuna que amasan los Al-Thani gracias a ser Catar uno de los principales países exportadores de gas natural. Resulta imposible ofrecer una cifra aproximada, pero su lista de inversiones y propiedades hablan por sí solas.
Solamente en Londres, muchos expertos aseguran que tienen más propiedades que la mismísima Reina Isabel II : son los dueños de los almacenes Harrods, de un 20% de los negocios del barrio de Camdem y poseen además el 8% de la Bolsa de Valores londinense, así como importantes activos en Volkswagen y el Banco Barclays. Por si esto no fuera suficiente, tienen además el 70% del Club de Fútbol Paris Saint-Germain y numerosos hoteles de lujo repartidos por Francia y Austria.
Sin duda uno de sus mercados de inversión más sorprendentes es la industria de la moda. Aunque teniendo en cuenta la pasión de la Jequesa Mozah por la Alta Costura, no resulta tan extraño conocer que en 2013 adquirieron la firma Valentino por 700 millones de euros. Otro de los caprichos de la madre del Emir fue el cuadro "Los jugadores de cartas" de Cézanne, que adquirió por 300 millones en 2012. Y como estos muchos más que resulta imposible enumerar.