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PRIMER ANIVERSARIO

El agridulce primer año de casados del Príncipe Harry y Meghan Markle: escándalos y Archie Harrison

El agridulce primer año de casados del Príncipe Harry y Meghan Markle: escándalos y Archie Harrison
Guillermo Álvarez
Publicado el Martes 21 mayo 2019 17:00 Última actualización: Lunes 27 mayo 2019 01:17
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Los Duques de Sussex pueden hacer una valoración más que positiva de sus primeros doce meses como matrimonio a pesar de que también ha habido momentos complicados.

El primer año de matrimonio suele ser el mejor para cualquier pareja. Todo es más emocionante, todo se vive con mayor intensidad y todo está lleno de primeras veces. Quizás cuando la boda ha llegado tras un largo noviazgo no hay tanta diferencia, pero para una pareja que se casó tras dos años escasos de amor y que ha tenido que cambiar tanto en el caso de ella desde su enlace, los primeros doce meses han sido toda una revolución.

El Príncipe Harry y Meghan Markle se prometieron el 27 de noviembre de 2017 y se dieron el 'sí, quiero' casi seis meses más tarde. El 19 de mayo de 2018 hacía un día precioso en Windsor Castle, lugar por el que desfilaron 600 personas entre la Familia Real Británica, los Spencer, Doria Ragland, única familiar de la novia que fue a la boda, así como amigos famosos y anónimos de la pareja. Su enlace fue por todo lo alto y estuvo marcado por la emoción y la originalidad, tanta que la cara de la Reina Isabel era un poema. Eso sí, la mayoría de los invitados se lo pasaron en grande escuchando el sermón de Michael Bruce Curry, obispo presidente de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos, cuya intensidad provocó sonrisas más o menos discretas entre los presentes.

Los odiosos Markle

Su enlace fue un éxito y dio comienzo a una nueva vida para la pareja. El matrimonio era profundamente feliz e incluso pudieron disfrutar de una luna de miel totalmente privada. Sin embargo, su alegría estaba lastrada por las polémicas familiares de los Markle, una saga de oportunistas que aprovecharon la situación para sacar dinero criticando a Meghan Markle o lamentándose por no tener relación con ella. El peor fue su padre, que se había perdido la boda por un supuesto infarto, aunque es más probable que fuera vetado por vender un reportaje a un paparazzi. Tan feo se puso todo que la propia Meghan Markle emitió un comunicado en el que decía que siempre se había preocupado por su progenitor. Eso sí, su relación se rompió antes de convertirse en Duquesa de Sussex y solo ha ido a peor. De hecho, envió una carta a Tom Markle en la que le pedía que dejara de hacerle daño y que no volviera a hablar de ella en los medios. Él respondió ofreciendo declaraciones lamentando la actitud de su hija.

Los dos medio hermanos de Meghan Markle, nacidos del primer matrimonio de su padre, son absolutamente agotadores y cansinos. Tanto Samantha como Thomas Markle Jr han mostrado su desvergüenza criticando y calumniando a la Duquesa de Sussex, tanto antes como después de la boda. En otros momentos han reculado, han pedido perdón y han mostrado su esperanza en que su medio hermana les abra las puertas de su casa y de su vida... algo que no va a ocurrir. Además, por si fuera poco con los Markle, los Ragland tampoco han sido discretos, ya que un pariente materno de la consorte real vendió a la prensa un álbum familiar de la infancia de Meghan Markle. El nacimiento de Archie Harrison hizo reaccionar a su abuelo materno, que una vez más habló públicamente para sacar rentabilidad del nacimiento de su nieto, al que probablemente nunca conocerá.

Espantada en el equipo de los Sussex

Los Duques de Sussex han querido hacer las cosas a su manera pese a saber que en una Casa Real no siempre se puede hacer lo que uno quiere, y más si se tiene un lugar secundario. Sea como fuere, lo cierto es que la pareja ha sufrido fugas en su equipo que no hicieron más que alimentar los rumores del mal carácter de Meghan Markle. Eso no se ha podido probar, pero lo que sí ha ocurrido es que en menos de un año se marcharon varios colaboradores que por un motivo u otro decidieron decirles adiós pese a contar con un trabajo bien considerado y bien remunerado.

Los Duques de Sussex y Doria Ragland llegando a un evento en los jardines de KensingtonLos Duques de Sussex y Doria Ragland llegando a un evento en los jardines de Kensington

Las malas lenguas dicen que los empleados (o al menos algunos de ellos) de Kensington Palace le pusieron el mote de 'Me-gain' por ser especialmente ambiciosa e intentar salirse siempre con la suya. Habladurías aparte, en sus primeros meses en la Familia Real Británica, Amy Pickerill, Samantha Cohen y Melissa Touabti, tres importantes personas en el organigrama de la Casa Real Británica, comunicaron su salida. Por si fuera poco, también le abandonó su guardaespaldas. Katrina McKeever y Edward Lane Fox también dijeron adiós a los Duques de Sussex.

Mudanza a Frogmore House

Los Duques de Sussex ocupaban un apartamento en Kensington Palace junto al de los Duques de Cambridge. Allí estuvieron una temporada hasta que se comunicó su marcha a Frogmore Cottage, residencia de la Familia Real Británica que se ubica en los terrenos de Windsor Castle. Su mudanza provocó echar más leña al fuego sobre su presunta mala relación con los Cambridge. ¿Se marchaban porque no soportaban estar cerca de ellos? Lo cierto es que buscaban dos cosas: privacidad y espacio.

Primer plano del Príncipe Harry y Meghan Markle en dirección a Frogmore House tras su bodaPrimer plano del Príncipe Harry y Meghan Markle en dirección a Frogmore House tras su boda

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton serán en el futuro Príncipes de Gales y después Reyes, por lo que tienen menos margen de maniobra. Pero los Sussex, sí. No deseaban vivir en un lugar situado en el centro de Londres, con numerosos locales y turistas pululando por la zona más los paparazzi. Deseaban criar a los hijos que tuvieran en un entorno tranquilo y con gran privacidad, sobre todo teniendo en cuenta la lejanía del Príncipe Harry de la línea de sucesión ahora que su hermano tiene familia numerosa. Además, querían mayor espacio del que tenían en Kensington Palace, por lo que la ocasión era perfecta y debían irse antes del nacimiento de su bebé.

La mudanza generó numerosas críticas debido al exceso afán por la privacidad y por el gasto que ha supuesto no solo la mudanza, sino las importantes obras de reforma para adaptar Frogmore Cottage a las necesidad de sus nuevos dueños. Finalmente lograron se mudaron antes del nacimiento de su hijo Archie.

Los Duques de Cambridge, el Príncipe Harry y Meghan Markle en el I Forum de la Royal FoundationLos Duques de Cambridge, el Príncipe Harry y Meghan Markle en el I Forum de la Royal Foundation

Por otro lado, se comunicó la separación de las oficinas de los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex. Harry y Meghan se marchaban de Kensington Palace con todas sus consecuencias, ya que sus intereses y compromisos ya no coincidían con los del Príncipe Guillermo y Kate Middleton. Los FabFour no dudaron mucho, aunque sí han seguido vinculados a través de la Royal Foundation.

Problemas con la Reina Isabel y con los Duques de Cambridge

Después de seis meses de tregua para la Duquesa de Sussex, la prensa británica se lanzó a por Meghan Markle. Uno de los temas más controvertidos fue su relación con Kate Middleton. Las antaño presuntamente cuñadas bien avenidas pasaban a ser enemigas íntimas después de que se descubriera que Meghan Markle había hecho llorar a Kate Middleton antes de su boda con el Príncipe Harry.

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton y el Príncipe Harry y Meghan Markle en la misa por el centenario del final de la I Guerra MundialEl Príncipe Guillermo y Kate Middleton y el Príncipe Harry y Meghan Markle en la misa por el centenario del final de la I Guerra Mundial

La separación de oficinas y de viviendas no hizo más que aumentar los rumores de distanciamiento y de mala relación, aunque lo cierto es que no tenía nada que ver. Los cuatro rompieron oficialmente a finales de invierno de 2019, pero públicamente se han dejado ver mostrando complicidad. A tanto llegó que incluso se aseguró que pasarían la Navidad de 2018 juntos, como así ocurrió, y las dos parejas, y sobre todo las dos cuñadas, se dejaron ver muy animadas y amistosas. De todos modos, los rumores siguieron y enfrentaron primero al Príncipe Guillermo y Meghan Markle y después a los hermanos. El caso es que hubiera un conflicto, fuera verdad o fuera mentira.

Con la Reina Isabel habría tenido sus más y sus menos. Aunque al principio aceptó de buen grado a Meghan Markle pese a no ser de primeras la candidata más idónea para entrar en la Familia Real Británica, como si lo fue en su momento Kate Middleton, no tardaron en surgir presuntas desavenencias entre ellas. Además de que a la Reina no le gustó que Meghan Markle llevara velo en su boda, tuvo que poner orden porque quería elegir lo que a ella le apeteciera del joyero real. La Monarca bajó los humos a su nieto, que había dicho que "lo que quiera Meghan, lo tendrá", y contestó que llevaría "la tiara que yo le dé". La Soberana vetó a su nieta política la tiara Greville Emerald Kokoshnik, que fue la que se colocó Eugenia de York en su boda, y le ofreció la bandeau de la Reina Mary, que tampoco estaba mal. Además, le cerró el acceso al joyero real, que sí está a disposición de la Reina, de Camilla Parker y de Kate Middleton, es decir, de las mujeres principales de la Familia Real Británica.

El Príncipe Harry mira con cariño a la Reina Isabel ante Meghan Markle en los Queen's Young Leaders AwardsEl Príncipe Harry mira con cariño a la Reina Isabel ante Meghan Markle en los Queen's Young Leaders Awards

La Reina tuvo que poner en su sitio a los Duques de Sussex con su salida de Kensington, ya que buscaban crear una especie de corte independiente, una marca Sussex filantrópica que no fue bien vista por la Casa Real Británica. Finalmente pasaron a depender de Buckingham Palace, pero lograron al menos tener su propia cuenta de Instagram. Sus deseos se han cumplido al menos en parte.

Meghan Markle, patrona real

Es tradición que los nuevos miembros de la Familia Real Británica se convierten en patrones reales de entidades que respondan a sus intereses o con las que encuentren cierta vinculación. La Duquesa de Sussex eligió cuatro entidades relacionadas con las artes, el acceso a la educación, el apoyo a las mujeres y el bienestar de los animales.

Las seleccionadas fueron el Teatro Nacional británico, la Asociación de las Universidades de la Commonwealth, así como Smart Works, que apoya a mujeres en situación de vulnerabilidad, y Mayhew, que trabaja por la protección de los animales. Gracias a su presencia como patronal real, las organizaciones recibieron donaciones y visibilidad.

Archie Harrison, la alegría de sus vidas

Ha habido muchas polémicas y sinsabores, pero la inmensa felicidad por la llegada de su hijo supera con creces cualquier momento malo que hayan podido tener en su primer año de matrimonio. El 15 de octubre de 2018 se anunció que el Príncipe Harry y Meghan Markle estaban esperando su primer hijo. La Duquesa de Sussex no vivió un embarazo demasiado tranquilo entre tantas polémicas familiares, a las que se unieron su carísimo e innecesario baby shower en Nueva York o algunas decisiones tomadas antes del nacimiento con respecto a la criatura que no sentaron bien, como el excesivo celo con el que trataron cuestiones que la gente consideraba que debían ser públicas teniendo en cuenta que la pareja vive del Estado.

Los Sussex comunicaron que no habría posado con el bebé a las puertas del hospital como es costumbre entre los Windsor y que posarían con él cuando consideraran oportuno, es decir, tras pasar unos días en familia. También querían que su primogénito naciera en casa, pero finalmente y tras retrasarse, nació el 6 de mayo de 2019 a las 05:26 horas en el Portland Hospital. Los deseos de Meghan Markle no se cumplieron.

A pesar de la gran noticia, hubo problemas. Buckingham Palace anunció que Meghan Markle estaba de parto cuando el bebé había nacido ya hacía horas. Fue además el Duque de Sussex el que comunicó el acontecimiento con una breve intervención ante unos pocos medios, sumado a una actualización en Instagram de la cuenta de Harry y Meghan. Hubo que esperar a que se filtrara el certificado del nacimiento para saber dónde había nacido realmente el Baby Sussex, ya que se negaron a informar de eso y de qué equipo médico había atendido el parto, aunque sí dijeron que el padre había estado presente.

El Príncipe Harry y Meghan Markle mirando cariñosamente a su primer hijo recién nacido Archie HarrisonEl Príncipe Harry y Meghan Markle mirando cariñosamente a su primer hijo recién nacido Archie Harrison

Dos días después de la llegada del cuarto nieto del Príncipe de Gales, los Duques de Sussex convocaron a los medios en St George Hall de Windsor Castle y aparecieron con su bebé envuelto en una manta blanca. Ese mismo día se comunicó que el niño se llamaba Archie Harrison Mountbatten-Windsor, dos nombres no vinculados a la Familia Real y que llevaba el apellido de la descendencia de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, por lo que no había títulos reales para él, al menos durante su infancia. Los Duques de Sussex quieren que su hijo crezca con la mayor normalidad posible y apenas le van a exponer, por lo que Archie Harrison solo va a aparecer en actos muy específicos. Y así, con la llegada de Archie 13 días antes de su primer aniversario y la publicación de un vídeo para celebrar su primer año de casados se llegó a esta fecha tan especial. Han tenido muchos momentos de tensión, pero los buenos momentos son tan buenos, que lo demás no importa tanto.

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