Las Visitas de Estado tienen siempre su punto culminante al final del primer día, cuando la jornada se cierra con una cena de gala que el anfitrión ofrece al visitante. Cuando se trata de una Visita de Estado entre Monarquías, es el momento de sacar tiaras y bandas, como ocurrió en el banquete de Estado que los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda ofrecieron a los Reyes de España en la noche del miércoles 17 de abril de 2024.
La Reina Letizia estuvo resplandeciente con la Tiara Rusa, los pendientes de chatones y el broche del que cuelga una perla en forma de pera. También iba espectacular la Reina Máxima con el juego completo de la Tiara Estuardo, la joya de las joyas de la Familia Real Holandesa, mientras que Amalia de Holanda apostó por la Tiara del Pavo Real también con su juego completo.
Fue precisamente la Princesa de Orange la que se convirtió en protagonista, y no solo por haber sido esta cena su debut en una Visita de Estado, sino por las palabras que le dedicó el Rey Guillermo Alejandro, su padre, durante el discurso con el que se abrió el banquete de Estado.
"España tiene un lugar especial en nuestros corazones. Primero, porque nuestra vida juntos comenzó en vuestro país. Hace 25 años estuvimos en la Feria de Abril de Sevilla. Saltaron chispas... Y el resto es historia...", dijo el Monarca mientras la Reina Máxima sonreía al recordar que se conocieron en la Feria de Abril de 1999.
Un año en Madrid
Fue después cuando habló sobre cómo los Reyes Felipe y Letizia les ayudaron para que Amalia de Holanda estudiara un curso en Madrid. "Una visita a España siempre se siente como un cálido abrazo. No solo para nosotros, sino también para nuestra hija mayor, la Princesa de Orange. El año pasado las circunstancias la obligaron a vivir en Madrid. Desde allí pudo continuar sus estudios en la Universidad de Amsterdam ".
"Esto fue posible gracias a los amables esfuerzos de muchos de sus compatriotas y de vosotros mismos. Un conmovedor ejemplo de amistad en un momento difícil. Me gustaría agradecerles a ustedes y a todos los que ayudaron a organizarlo", añadió mirando a Don Felipe y a Doña Letizia, por lo que parece que ambos contribuyeron.
El Rey de Países Bajos se refería al traslado temporal de Amalia de Holanda a Madrid, donde pasó un tiempo estudiando para alejarse de Países Bajos y vivir más tranquila. La mafia había amenazado a la Princesa de Orange y tuvo que dejar la casa en la que residía en Amsterdam para volver con sus padres al Palacio Huis Ten Bosch.
Ante la situación que vivía se trasladó a Madrid, empujada seguramente por su dominio del español, lengua que ha aprendido gracias a su madre, la Reina Máxima, que es argentina. Después de un año en Madrid, regresó a Amsterdam, donde se incrementaron las medidas de seguridad para proteger a la Princesa Amalia.