Galería: La Familia Real Sueca en imágenes
La pandemia provocada por el coronavirus ha cambiado la vida de todo el mundo y no ha quedado más remedio que adaptarse. Las Familias Reales también han visto como su existencia se alteraba, más en el caso de aquellos como Magdalena de Suecia y Chris O'Neill, que tienen fijada su residencia en Miami junto a sus hijos.
Si en Europa la pandemia logró controlarse al menos durante unos meses hasta el surgimiento de los temidos rebrotes, en Estados Unidos ni siquiera se ha llegado a una estabilización durante el verano de 2020. En concreto, Florida ha sido uno de los estados más castigados, lo que tiene como consecuencia que sus habitantes han tenido que afrontar más cambios para estar a salvo.
Es por eso que Magdalena de Suecia y Chris O'Neill han permanecido en Estados Unidos y no han viajado a Suecia como esperaban hacer durante el verano. Es costumbre que la Princesa Magdalena se traslade con sus tres hijos para pasar unas vacaciones en Solliden junto al resto de la Familia Real Sueca. Cuando sus obligaciones profesionales se lo permitían, el financiero se les unía.
Este verano les ha tocado quedarse en su mansión de Pinecrest, en Miami-Dade, donde permanecen aislados desde marzo de 2020. Desde allí la Princesa Magdalena ha podido seguir colaborando con la World Chilhood Foundation de forma telemática, mientras que Chris O'Neill también ha desarrollado su trabajo en Wilton Payments a distancia.
Si a los padres les afecta, también ocurre con sus hijos. Como ha confirmado la Casa Real Sueca, la Princesa Leonor y el Príncipe Nicolás han recibido clases a distancia y no han ido a sus clases de preescolar, mientras que a la Princesa Adrienne le ha pillado demasiado pequeña, por lo que su vida no ha cambiado en cuanto a la escolarización se refiere.
Con respecto a Leonor de Suecia, debería comenzar la Primaria para el curso 2020/2021 de forma presencial, pero debido a la pandemia no podrá hacerlo al menos en las primeras semanas. Si la situación no mejora podría extenderse, por lo que la nueva etapa educativa que empieza será muy atípica.
Una mansión de lujo
Al menos, todos ellos pueden disfrutar del lujo de su mansión, donde se hace más llevadero el encierro. Su casa de Pinecrest, a la que se trasladaron tras sufrir un robo en la anterior casa que ocupaban, tiene 600 metros cuadrados distribuidos en seis dormitorios, ocho baños, un área para los niños con sala de juegos, gimnasio, despacho, un garaje con capacidad para tres coches y un jardín con piscina y barbacoa.