"Me sentí desamparado. Pensé que mi familia ayudaría, pero cada pregunta, solicitud, advertencia, petición, lo que sea, solo recibía un silencio total, una negligencia total. Pasamos cuatro años intentando que funcionara. Hicimos todo lo que pudimos para quedarnos allí y seguir haciendo con nuestro papel, haciendo nuestro trabajo, pero Meghan estaba luchando", manifestó el Príncipe Harry, que además expresó lo quemado que acabó representando a la Casa Real Británica: "Viajaba a todas partes porque, ya sabes, desde la perspectiva de la familia, cuando necesitaban que alguien fuera algún lado era: 'Nepal, Harry, vas tú'. Siempre estaba dispuesto a decir que sí, pero me acabó llevando al agotamiento.
El dolor de Meghan Markle por los ataques en Reino Unido
Además de todo eso, el Príncipe Harry acusó a la Casa Real Británica de haberles difamado antes de la emisión de la entrevista que concedieron a Oprah Winfrey: "Antes de que se emitiera la entrevista de Oprah, debido a sus titulares y ese esfuerzo combinado de la Casa Real y los medios de comunicación para difamarla, me desperté por la noche y Meghan estaba llorando sobre su almohada. Ella no quería despertarme. Fue desgarrador. La abracé, hablamos y ella lloró y lloró y lloró", declaró el Duque de Sussex, haciendo referencia a la publicación del presunto acoso que la Duquesa de Sussex había ejercido sobre empleados de la Casa Real Británica.