No hay discrepancias con el Gobierno
Por su parte, el Ministerio de Exteriores expresó su malestar y según fuentes de esta cartera, Casa Real no habló con el ministerio sobre la posibilidad de acudir a Notre Dame. Tampoco se trató el asunto de Notre Dame con el Ministerio de la Presidencia, ni tampoco con Cultura, y parece que este viaje a París nunca estuvo en la agenda de previsiones de Casa Real.
Aunque la portavoz del Gobierno señaló que lo ocurrido era una polémica artificial para quitar hierro al asunto, Exteriores siguió encendiendo el asunto al expresar un profundo malestar con la Casa del Rey por no haberles informado sobre las invitaciones y sobre su ausencia en el acto en París.
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Y como tenían que verse y la polémica escalaba, al final llegó una aclaración de Casa Real. A su llegada a Roma, el Jefe de la Casa Real, Camilo Villarino, se reunió con los periodistas españoles que cubren el Viaje de Estado, a los que dijo que la decisión de no viajar a Francia se tomó por motivos de agenda, es decir, que fue cosa de la propia Zarzuela, y que Don Felipe y Doña Letizia aprovecharon ese fin de semana para preparar la inminente Visita de Estado, es decir, los actos a los que acuden, y en el caso de Felipe VI, sus discursos.
Casa Real quiso aclarar que no hay ningún desencuentro ni discrepancia con el Gobierno, y que agradecieron la invitación a Macron a través de un telegrama que se envió a la Embajada de España en París para que llegara al Elíseo porque fue de esta forma como recibieron la invitación para asistir al acto del 7 de diciembre. Felipe VI expresó al Presidente de la República Francesa su deseo de que la ceremonia fuera un éxito.