Galería: Funeral del Duque de Edimburgo
El dolor puede unir o separar. En el caso de los Príncipes Guillermo y Harry, dos hermanos tan unidos que acabaron distanciados en todos los sentidos, el dolor provocado por la muerte de su querido abuelo paterno, el Duque de Edimburgo, ha logrado acercarles. Lo que parecía imposible ha sucedido, y aunque no es lo mismo mantener una conversación durante la salida de un funeral, unos minutos en los que se pueden hablar de cosas trascendentes o no, que reconciliarse, ya es un gran paso para ellos.
Así se pudo ver cuando la Reina Isabel, y detrás de ella el resto de miembros de la Familia Real Británica, salieron de la Capilla de St George de Windsor Castle, un momento de acercamiento entre los hermanos. Primero han sido Kate Middleton y el Príncipe Harry los que han hablado durante unos segundos. Posteriormente, cuando han comenzado a andar, los dos hermanos han ido charlando.
Según ha ido pasando el tiempo, la Duquesa de Cambridge ha cambiado de compañía y se ha acercado hasta los Wessex, con los que tiene una magnífica relación, dejando que el Duque de Cambridge y el Duque de Sussex siguieran hablando unos minutos más. Quizás se dio cuenta de que era un buen momento para que los dos hermanos hablaron. Además, sabiendo que era evidente que las cámaras estaban grabando, se mostraba si bien no una reconciliación, sí un acercamiento entre estos hermanos que si bien se quieren, parecían estar más lejos que nunca tras la entrevista que los Sussex concedieron a Oprah Winfrey.
Antes de que terminase el funeral del Duque de Edimburgo se había visto ya a los hermanos juntos, aunque no lo bastante. Ambos participaron en la procesión que siguió al Land Rover diseñado por el Príncipe Felipe y adaptado para que pudiera llevar su ataúd. El protocolo marcado para la ocasión dictó que primero debían ir el Príncipe de Gales y la Princesa Ana, detrás el Príncipe Andrés y el Príncipe Eduardo, cerrando, Sir Timothy Laurence y el Conde de Snowdon, y antes de ellos, los tres nietos varones adultos del Príncipe Felipe, es decir, el Príncipe Guillermo, el Príncipe Harry y Peter Phillips.
Si hubieran sido colocados por edad, el Príncipe Guillermo hubiera caminado en el medio. Si hubiera sido por rango, el Príncipe Harry sería el que estaría entre su hermano y su primo, pero quizás para evitar juntar a los dos hermanos en un momento tan solemne y no distraer la atención, se decidió que Peter Phillips, primogénito de la Princesa Ana y nieto mayor de la Reina y el Duque de Edimburgo, caminaría entre los dos hermanos. Ya en la Capilla de St George ocuparon asientos contrarios, y además el Duque de Sussex tuvo que sentarse solo debido a las normas sanitarias, al igual que hizo la Reina Isabel.
Después de que terminase el ceremonial público, y de que el cuerpo del Príncipe Felipe fuera enterrado en la Bóveda Real, momento privado en el que solo participaron los miembros de la familia, llegó el momento de la salida, ese momento que ha marcado el que puede ser el principio del fin del distanciamiento, o que al menos supone una esperanza. Es lo que al Duque de Edimburgo le hubiera gustado.