Diversión y mucho cariño
Su primera parada fue el castillo de Cardiff, donde Meghan Markle se saltó el protocolo marcado por la Casa Real Británica. La exactriz se hizo un selfie con una ciudadana, mientras que firmó un autógrafo a otro. En Buckingham Palace no gusta que los Mountbatten-Windsor se hagan selfies con la gente y tampoco que firmen autógrafos, aunque en este caso por temor a que pueda haber una falsificación de la forma. De todos modos, en alguna ocasión se ha roto la norma por parte de la Reina y del Príncipe de Gales.
Además, se produjo una revelación sobre la forma de pensar del Príncipe Harry. Jessica Phillips comentó a People su conversación con Meghan Markle antes de su entrada al castillo. Esta joven de 23 años le dijo a la estadounidense que estaba orgullosa de que hubiera en la Familia Real Británica una persona que lucha por los derechos de la mujer de la forma en la que lo hace Meghan Markle.
Después de ver el castillo se acercaron a Star Hub, donde comprobaron los proyectos en este centro de ocio que utiliza el deporte para mejorar la vida de los niños y jóvenes. Allí se lo pasaron en grande vieron bailar a los alumnos, comprobaron lo bien que se les da la jenga y recibieron los abrazos de unas niñas, lo que les emocionó profundamente. Ha sido una visita que nunca van a poder olvidar.