Para recordar el comienzo de todos estos problemas hay que remontarse a hace algún tiempo, donde Scooter Brown se convirtió en la peor pesadilla de Taylor Swift. La artista decidió marcharse de su discográfica, Big Machine, con la que estuvo trabajando desde sus inicios y comenzar una nueva andadura con Republic Records, una filial de Universal Music Group. Esto hizo que también dejara atrás a Scooter Braun, su representante durante años.
Pues bien, al marcharse a esa nueva discográfica, Taylor Swift se quedó sin los derechos de ninguna de sus canciones originales, ya que se habían quedado en la propiedad del antiguo equipo. Taylor Swift se quedaba sin ningún control sobre sus primeros discos, así como sin ningún beneficio. La batalla se recrudeció contra Scooter Braun, puesto que compró Big Machine por más de 300 millones de euros, pero ahora por fin ha salido el sol para la cantante.
A grabar todas sus canciones
Para que Taylor Swift pueda grabar el sexto disco habrá que esperar al año 2022, puesto que lo lanzó en 2017, pero sin duda esta gran noticia es toda una victoria para la artista, quien podrá volver a tener el control sobre su música y evitar así que sea Scooter Braun el que se haya millonario a su costa. La celebración de sus fans estaba asegurada y así se produjo.