Con tan sólo 22 años este cantante nacido y criado en Londres se ha visto llegar a lo más alto en poco más de dos años. Y es que éste éxito no ha tenido que ser desconcertante sólo para él sino que para la industria musical también ha supuesto un gran y exitoso descubrimiento, de ahí que el reconocimiento en su primer año en los premios Grammy no se haya limitado el premio a 'Mejor Artista Revelación' sino que se ha llevado además los premios a 'Mejor Canción', 'Mejor Grabación del Año' y 'Mejor Álbum Pop Vocal'.
Con estos cuatro gramófonos, Sam Smith fue el gran triunfador de la noche, una noche dedicada a él y en la que además de demostrar su fuerza y calidad vocal en su actuación en la gala, el joven disfrutó al máximo la noche y exprimió hasta el final la fiesta 'Sam Smith's Grammy', una fiesta privada junto a sus amigos y compañeros más cercanos.
Artistas y amigos de Smith como Taylor Swift, Hozier o Ed Sheeran fueron de los primeros en llegar, y nada más llegó la estrella de la noche al evento se fotografió junto a una estatua de hielo con el mensaje 'Felicidiades Sam!'.
La noche de su vida
Según un asistente ha declarado a Us, la fiesta se desarrolló con normalidad hasta que a las 23:00 todos los asistentes comenzaron a bailar. Desde entonces y hasta las 4:00 de la mañana, la fiesta en el Hangar 1 no terminó, siendo Sheeran, Smith, Swift, Rita Ora y el dj Diplo los últimos en abandonar el lugar.
No conocemos como terminó la noche para Smith en su residencia en Bel-Air pero lo que sí compartió con sus seguidores fue su 'monumental resaca', una consecuencia de la que poco recuerda: "Qué pasó exactamente anoche? Tengo una resaca monumental y llorando espontáneamente".
Poco después daba fe de su recuperación compartiendo una fotografía de su desayuno y la portada del periódico 'Los Angeles Times' en la que aparece él junto a sus cuatro permios: "Ahora me encuentro en otra fase distinta de resaca. Literalmente me estoy muriendo. haha".