Desde los primeros acordes de 'No intentes amarrarme' se respira un nuevo Salvador Beltrán. Sólido como en su debut, 'Cambio de planes', pero con un sonido diferente, más internacional. Empieza a sonar su voz, que se deja envolver por un ritmo contagioso y la canción crece como el propio Salvador, que acaba de lanzar en formato digital este primer adelanto de su nuevo álbum.
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Es precisamente la composición uno de los principales cambios, y se debe al empleo del piano para la creación de sus nuevas canciones. "Antes tiraba solo de guitarra, el instrumento que más domino. El uso del piano me ha permitido abrirme a un mundo nuevo y afrontar la composición desde un sitio diferente, no solo para las canciones más tranquilas del disco", afirma. Aunque los temas más pausados representan la mitad del que será su nuevo álbum, que estará en las tiendas esta primavera, Salvador ha experimentado fusionando diferentes elementos como el rock, el reggae, la bossa nova... Sin separarse, eso sí, de las coordenadas musicales que cabe esperar de un artista que se autocalifica como melódico y contemporáneo.
Salvador define su nuevo trabajo como "un disco de amor en un sentido amplio, hecho pensando en la mujer y donde las historias que cuenta cada canción son experiencias cotidianas con las que cualquier persona puede identificarse. Un disco donde la temática general también gira entorno a vivir el ahora, ser uno mismo y dejarse llevar por los sentimientos sinceros".
Én este nuevo disco Salvador Beltrán ha dado un paso adelante fijando su propia personalidad como artista mostrando de forma más clara las influencias y los diferentes estilos que le han marcado. Ahora 'camina con sus propios pies' para continuar una progresión que data de cuando a los 13 años comenzaba a hacer sonar su guitarra a golpe de flamenco o Gipsy Kings. Aquel chaval que a los 18 años formaría Bohemios Autorizados y poco más tarde 'Cambio de planes', vivió una de esas historias que suceden cada mucho tiempo cuando su admirado Sanz le puso el ojo encima y comenzó a apoyar su música. Pero a partir de ahora, su único padrino serán sus canciones.