"Hay de todo. Hay canciones para todo el mundo", reconocía en una entrevista para la Cadena Ser: "Cuando hacía el disco pensaba: tiene que haber canciones que sean para bailar con mis amigas; pero quiero cuando mi abuela escuche el disco le guste también alguna canción; pero a mi madre y a mi hermana también". Por ello, cada una de esas canciones está compuesta pensando en cada una de esas 'mamis'.
Este disco presume de estar muy alejado de lo que se conocía de su música hasta el momento, en cambio la catalana asegura que será lo más cercano que muchos estarán de conocer a su verdadero 'yo': "Nunca me tomo muy en serio a mí misma. Yo hago música, sí, pero también soy mucho de 'jiji' y 'jaja' con amigos y esto nunca lo había enseñado en mis proyectos. 'El mal querer' o 'Los Ángeles' tenía un tono muy solemne por la temática".
De Dios al sexo pasando por la familia
Rosalía no tuvo tampoco reparo en hablar sobre las referencias en 'Motomami', que van -antes que nada- desde Dios hasta el sexo pasando por la familia. "En el disco todo es parte de la vida", reconocía: "Para mí Dios es la referencia y lo tengo muy presente, pero también todo lo demás que forma parte de la vida. Por eso hay diferentes temáticas: en 'Saoko' se habla de de la transformación, pero en otras del desencuentro como es 'Diablo' (...) y la sexualidad forma parte de la vida y hablar de ello con naturalidad", decía de 'Hentai', cuya letra ha generado mucha polémica.
Pero la pista que más ha llamado la atención de todas ha sido, sin duda, 'Abcdefg', una especie de poema en boca de la propia Rosalía que repasa el abecedario mientras saca ideas partiendo de cada una de ellas. Bueno, aunque no de todas. "Durante estos tres años pensé que me gustaría hacer un 'fanzine', cosa que ha acabado pasando, pero ese 'abcdefg' iba a formar parte, pero no le vi sentido y lo descarté. Pero luego me cogí el móvil, me grabé yo en mi casa tumbada en la cama leyéndolo así como de risas y se quedó guardado", pero luego decidió incluirlo en el tracklist sin repasarlo: "Y cuando ya tenía el disco dije: 'Está muy denso hacia el final, necesito un momento hablado que descargue' y pensé en eso. De hecho falta alguna letra. ¡Qué pena por favor! Tiene un punto de espontaneidad porque hasta al abecedario le faltan letras".