Incertidumbre, nuevas expectativas y miedo son las sensaciones que suelen acompañar a los grupos y fans de éstos tras conocer la renuncia de uno de sus componentes, dejando con ello la banda a merced de un futuro incierto. El último abandono ha afectado a uno de los grupos con más éxito a nivel mundial: One Direction. Zayn Malik ha decidido dejar el grupo por razones de estrés y por 'sentirse con el mayor control posible sobre su vida.
"Estoy seguro de que hay mucho más por venir, sabemos que vamos a trabajar más duro que nunca para ofrecer el mejor disco que hemos hecho para vosotros! Su apoyo ha sido increíble"; estas fueron declaraciones de Louis Tomlinson y Harry Styles poco después de conocer la retirada de su compañero y que pueden ilustrar cómo puede afrontar un grupo un cambio tan brusco.
Un largo camino tras la despedida
'Take That' fue una de las bandas más exitosas de los años 90, seis años de éxito tras éxito que lanzaron al estrellato a sus componentes. Pero quizás, un punto de inflexión lo cambió todo, la marcha de Robbie Williams en 1996 para seguir con su carrera por separado. Aquel fue un año decisivo y que para Williams, supondría el mejor comienzo de una carrera fructífera. Sin embargo, para Jason Orange, Gary Barlow, Mark Owen y Howard Donald sus carreras pisaron freno, la banda no cosechó éxitos como años anteriores y un paréntesis dejó a la banda en 'stand-by'.
De idas y venidas
Y es que, es raro que una marcha suponga la ruptura definitiva de un grupo y de las relaciones entre sus vocalistas. Un grupo que demostró poder seguir sin problemas fue Spice Girls tras la marcha de Geri Halliwell, aunque su razón fue mantener 'diferencias con las demás', el grupo siguió con sus planes e incluso su próximo éxito 'Viva Forever' llegó a ser número 1 en Inglaterra y Geri fue incluida en un videoclip animado aún cuando ya no pertenecía a la banda.
Una solista que incluso mientras formaba parte de su banda estaba claro que iba a llegar lejos fue Beyoncé y su grupo 'Destiny's Child'. Desde 1997 este grupo se posicionó con el estandarte principal del nuevo R&B, anotando éxito tras éxito hasta que el trío femenino formado por Beyoncé, Kelly Rowland y Michelle Williams tocó a su fin en 2003 tras la marcha de Beyoncé. Ésta ha mantenido una exitosa carrera y de vez en cuando colaboran, la última vez fue en 2014 para un tema de Williams: 'Say Yes' del álbum 'Journey to Freedom'.
Cuando el vocalista renuncia
Otro ejemplo casi idéntico fue la marcha o comienzo de carrera en solitaria de Justin Timberlake del grupo 'N'Sync. Una banda que casi vino a sustituir a 'Take That' y que duró casi el mismo tiempo que su predecesora. Desde 1995 al año 2002, año en el que la banda anunciaba una 'pausa temporal' que ya fuese por el éxito de Timberlake o por otra causa, la banda no ha vuelto ha grabar tema o disco desde entonces. Sí participaron en giras conjuntas y su último trabajo fue un especial de un concierto en directo desde el Madison Square Garden de Nueva York.
Timberlake lo tuvo todo a su favor, pero otros como Kevin Richardson no le salió la jugada como esperaba. Richardson fue uno de los componentes estrella de los Backstreet Boys, banda considerada por Billboard como la única desde 'Sade' en mantener sus siete primeros discos en el top diez de esta lista musical.
Richardson probó suerte en solitario en 2002 y comenzó una amarga disputa con su ex-banda por una denuncia por 'violación de contrato' interpuesta contra Zomba Music Group. A pesar de estos roces por intereses económicos, la amistad parece que siempre se mantuvo, materializándose con la publicación del single 'Incomplete', tema publicado pues poco después de la muerte del padre de Richardson y en el que los Backstreet Boys mandaban un mensaje de ánimo a su antiguo componente.
No siempre es un último adiós
En España también tenemos el mejor ejemplo de cómo, a pesar de la renuncia de un vocalista, una banda puede conservar su estilo propio y buscar un candidato, aunque la relación con su anterior integrante se pierda para siempre.
Aunque la banda se encontraba en uno de sus mejores momentos, Amaia Montero abandonó La Oreja de Van Gogh en 2006 para comenzar una carrera en solitario. Aún con esas, los demás componentes de la banda -Álvaro Fuentes, Haritz Garde, Pablo Benegas, Xabi San Martín- no tiraron la toalla y pocos meses después Leire Martínez tomó las riendas del grupo y ha dado voz hasta día de hoy a este grupo, fiel a su estilo con éxitos relativamente frecuentes. Los últimos han sido 'A las cinco en el Astoria' y 'Cometas por el cielo'.