El 5 de abril de 1994 la cadena de música MTV interrumpía su programación habitual para informar de una terrible noticia: Kurt Cobain, líder de Nirvana, se había suicidado tras dispararse en la cabeza con una pistola. Ese 5 de abril se convertía en el día más negro para el mundo del grunge, que convirtió a este nuevo integrante del club de los 27 en una leyenda, un icono.
Su madre, Wendy O'Connor, comentaba en shock: "Nunca volveré a abrazarlo. No sé qué hacer. No sé adónde ir". Dave Grohl, su compañero en Nirvana, describió el año pasado lo que sintió ese 5 de abril: "Cuando Kurt murió yo estaba perdido. Estaba entumecido. La música a la que había dedicado mi vida me había traicionado. No tenía voz. Apagué la radio. Abandoné mi batería. No podía soportar oír la voz de nadie cantando sobre el dolor, o la alegría". Krist Novoselic, el tercer miembro de Nirvana, dijo dos días después de la muerte de Cobain: "Recordaremos a Kurt como lo que fue: Cariñoso, generoso y dulce. Mantengamos la música con nosotros. Siempre la tendremos. Siempre. Kurt tenía una ética hacia sus fans que nacía en la forma de pensar del punk rock. Ningún grupo es especial, ningún miembro era de la realeza. Pero si tenías una guitarra y mucha alma simplemente golpea algo y siéntelo. Eres una superestrella. (...) Simplemente encuentra el ritmo y deja que salga de tu corazón. Ese es el nivel en el que Kurt nos hablaba: en nuestros corazones, y es ahí donde está, y en la música, y estará allí para siempre".
Así se despidió el mundo del rock
Son muchos los artistas que han dedicado palabras de respeto y cariño a un artista que, como todos coinciden, se marchó demasiado pronto. Michael Stipe, de REM, la consideró "un pérdida profunda". Neil Young dijo: "Realmente, él me inspiró. Era tan grande. Maravilloso. Uno de los mejores, pero más que eso. Kurt era uno de los absolutamente mejores de la historia para mí". Eddie Verder, de Pearl Jam, explicaba: "Joder, tío, si no hubiéramos tenido tanto miedo el uno del otro... Porque estábamos pasando casi por la misma mierda. Si hubiéramos hablado, a lo mejor nos podríamos haber ayudado". Anthony Kiedis, de Red Hot Chili Peppers, dijo: "Era tan querido y entrañable de una forma tan extraña. A pesar de todos sus gritos y su oscuridad, era simplemente adorable". Iggy Pop recuerda cuando fue a ver a Nirvana en directo: "Me sentía muy orgulloso". Steven Tyler, de Aerosmith, declaró: "Las heridas de Kurt eran tan profundas que cuando la música flotaba por el ambiente tras haberse filtrado a través de su alma, era incorpórea". David Bowie afirma haberse sentido abrumado cuando se enteró que Kurt Cobain era fan de su música, y se entristece cuando piensa que podrían haber trabajado juntos. Pero puede que el mejor resumen del sentimiento que dejó la muerte del rockero viniera de Pete Townshend, de The Who: "Estoy de luto por Kurt. Un chico que una vez fue bello, luego patético, perdido y heroicamente estúpido. Rock duro al fin y al cabo".