Bekia: ¿Te parece que como cantaba Carlos Gardel '20 años no es nada'? ¿Cómo han pasado estas dos décadas sobre el escenario?
B: ¿Qué puedes contar de 'Rául - 20 aniversario'?
B: ¿Es qué consiste la celebración de tus 20 años de carrera?
B: ¿Tienes fechas ya cerradas?
R.F. No, todavía. He estado ocupado con la gira española y en principio estamos tanteando lo que será la celebración del 20 aniversario, pero todavía no hay fechas cerradas.
B: ¿Vas a sacar algún single para celebrar tu 20 aniversario?
R.F. Sigo sacando cosas nuevas. Me voy a meter en el estudio para sacar mi próximo single, que calculo que saldrá hacia finales de octubre. Para este 20 aniversario tengo en mente versionar alguna de las canciones más conocidas y actualizarla a 2019.
R.F. Va a seguir la línea en la que he sacado los últimos sigles, donde colaboré con Miguel Sáez y Mario Mendes. Tendrá ritmos latinos, que ahora es lo que se está llevando en el mundo entero, lo latino con esencia de nuestra guitarra española está recorriendo el mundo, está llegando a todos los oídos y es una tendencia musical muy fuerte. Mi estilo musical siempre ha sido muy de pista de baile, o por lo menos lo más reconocido, y esa esencia tiene que ir marcada.
B: ¿Cómo es eso de que te llamen para la banda sonorsa de 'Spirit: El corcel indomable'?
R.F. Fue una sorpresa maravillosa que de repente te llamen de Dreamworks, la productora de Steven Spielberg, y te dicen que si quieres versionar en español las canciones de Bryan Adams para una película. ¿Perdona? ¿Puede ser algo más suculento y más fantástico? Fue un lujazo; con temas de Bryan Adams, con una producción espectacular, con un medio de promoción que era brutal. Se te queda el cuerpo asustado de la gran responsabilidad que tienes encima. Fue fantástico el vivir algo tan especial por el hecho de que todo lo que nos contaban esa muy secreto, teníamos que firmar un acuerdo de confidencialidad, no podían enseñarnos prácticamente imágenes de la película hasta que todo estuviera grabado. Son multinacionales que tienen todo controlado al milímetro y eso te crea una serie de expectativas que hacen que te encante ser parte de este mundillo.
B: ¿Qué es para ti 'Sueño su boca'?
R.F. Es la canción que 20 años después sigue poniendo al público en pie, sigue despertando alegrías, sonrisas y es la canción que me cambió la vida. Cuando la presenté a la preselección del Festival de Eurovisión no sabía que iba a ocurrir, pero aquel segundo puesto, que no pudo ser el ir a Eurovisión, me dio muchas alegrías, me ha abierto las puertas de medio mundo y mi vida cambió.
B: Te quedaste a las puertas de Eurovisión. ¿Volverías a intentarlo o un tema cerrado?
R.F. No se puede decir de este agua no beberé... Lo intenté hace años y después de tanto tiempo iría con algo más serio, más sobrio, también la edad acompaña en ese sentido, pero... en principio creo que no. Nunca sabes lo que puede pasar, de repente te presentan el tema de tu vida y dices: "sí, esa espinita clavada me la tengo que sacar".
B: Sin desmerecer a nadie. ¿Quién ha sido para ti el mejor representante de España en Eurovisión?
R.F. Por afinidad, por cariño y por amistad pienso que Pastola Soler es una de las grandes artistas que demostró que España puede estar a un nivel mayor del que Eurovisión nos ha hecho creer. Es una fantástica intérprete, es una mujer que sabe lo que es el talento y sabe cómo transmitírselo al público.
B: ¿Qué crees que hace falta realmente para ganar?
R.F. Es muy importante llevar siempre buenos temas. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un festival en el que se mezclan diferentes culturas y estilos, por lo que es importante intentar no abarcar todo, pero sí sorprender de la forma en la que cualquier país pueda sentirse identificado con una canción. Es difícil, pero poco a poco, los compositores que destinan temas exclusivamente para el festival intentan buscar esa mezcla mágica para poder quedar al menos entre los primeros puestos. Siempre nos llevamos sorpresas, así que no hay un secreto para ganar Eurovisión, pero sí que hay buenas intenciones y buenos compositores.
B: ¿Siempre has hecho lo que has querido en tu carrera o has tenido que seguir los dictados de discográficas o mánagers?
R.F. Siempre te dejas aconsejar, pero yo puedo decir que jamás me han impuesto un tema para cantarlo como sí he oído a otros compañeros que se han visto obligados a hacer canciones que realmente no les gustaban o con las que no estaban de acuerdo. Siempre ha prevalecido mi opinión sobre la de la gente que me rodeaba. Me he sentido siempre querido y por ese motivo he creído que los consejos que me daban eran por mi bien. Al final te metes en un mundo de la música que desconoces, que no sabes cómo enfocarlo y es importante que los grandes profesionales te guíen, pero jamás me he sentido obligado a hacer nada que no quisiera.
B: ¿Entonces sí has dicho alguna vez que no a algo?
R.F. Sí, muchas veces. Hay canciones con las que no te sientes identificado, canciones que no sabes cómo enfocarlas... sí que he tenido mis peleas, mis más y mis menos, pero jamás me he sentido obligado a hacer nada.
B: ¿Te arrepientes de algo que hayas hecho y de algo que no hayas hecho en tu carrera?
R.F. No. Creo que es importante que cada uno tome las decisiones oportunas cuando lo crea. Me habré equivocado, habré hecho cosas mal, pero en el momento en el que he tomado una decisión es porque realmente consideraba que era lo mejor para mí, para mi trabajo o incluso simplemente a nivel personal. Uno tiene que aprender de lo que se ha equivocado, pero no puedes martirizarte por haber hecho algo o por no haberlo hecho. Si lo hiciste o no lo hiciste fue porque en ese momento consideraste que era lo oportuno.
B: ¿Crees que el mundo de la música está mejor ahora o cuando empezaste?
R.F. Todo ha evolucionado demasiado, algunas cosas para bien y otras para no tan bien. Tenemos todas las redes sociales e Internet, canales en los que promocionarte y buscarte salidas es mucho más sencillo. Lo que pasa es que antiguamente se vendían discos, era una forma más directa en ese sentido de saber cómo evolucionaba un artista, cómo crecía, qué apoyo tenía. Ahora te basas en descargas de Internet, en visualizaciones de Youtube o incluso en seguidores de Instagram. Lo que pasa es que muchas veces este tipo de cosas son menos realistas, pero creo que lo bueno es que la música llega a todo el mundo gracias a Internet. No es ni mejor ni peor, las cosas evolucionan y hay que saber adaptarse. El problema es que muchas veces el mercado musical no ha estado a la altura de la evolución de la forma de comunicación con el público. Al final nos hemos puesto las pilas porque nos hemos dado cuenta de que esta evolución nos estaba pisando el terreno y no lo estábamos controlando, entonces es importante el estar al día de tendencias musicales y nuevas formas de promoción y difusión musical.
B: Seguidores, redes sociales... ¿cómo llevas ser famoso?
R.F. En mi época más fuerte, cuando di los grandes pelotazos, reconozco que estaba saturado y me sentía cohibido a la hora de salir a la calle. A día de hoy llevo una vida normal, sigo trabajando en la música, en televisión, tengo proyectos, doy conciertos... pero reconozco que salgo a la calle de forma tranquila y relajada. Ten en cuenta que en aquellos años el boom fue tan fuerte que estar en cualquier lugar público implicaba el que la gente se te echara encima, te pidiera autógrafos, te tocara... no te dejase llevar una vida normal. A día de hoy hay gente que me reconoce, a veces me piden fotos o autógrafos o simplemente se sonríen al cruzarse contigo, pero es todo más tranquilo.
B: ¿Recuerdas alguna anécdota de aquella etapa en la que quisieras salir corriendo?
R.F. Hay muchas, pero hay algunas que te dejan ese mal sabor de boca. Recuerdo estar comiendo en un restaurante y que alguien venga y te interrumpa, pero no por que te interrumpa, sino porque te exija una foto, que le firmes un autógrafo o que le des un beso cuando estás en mitad de una comida. Estar por ejemplo comiéndote una alita de pollo y que alguien te pida una foto... pues a lo mejor no es el momento. Es un pequeño detalle de muchas anécdotas y de historias en las que te sientes un poco violento. A lo mejor después de comer podría hacerme una foto o charlar contigo sin ningún problema. Son detalles que ocurren cuando eres un personaje público y reconocido.
B: ¿Quiénes son tus referentes musicales?
R.F. Desde pequeño admiraba a las grandes voces. Camilo Sesto me enseñó mucho, Nino Bravo, Pablo Abraira, al que he tenido el placer de conocer en muchas ocasiones y poder decirle que sus canciones me han marcado y me han enseñado incluso a cantar. También dos de las grandes como Rocio Jurado y Rocío Dúrcal. Desde pequeñito las escuchaba en casa y para mí esas voces me enseñaban a interpretar, a sentir y me enseñaban a ampliar mi registro vocal. Te estoy hablando de voces que eran muy potentes y que para mí era un reto el intentar llegar a sus agudos y a sus graves.
B: Eres jurado de 'Estando contigo'. ¿Cómo te has preparado para una tarea tan importante como juzgar lo que haces otros? ¿Te verías como jurado de un talent nacional como OT?
R.F. Siempre he dicho que juzgar a otros artistas o compañeros, no es que sea difícil, es que es prácticamente imposible. Nunca una opinión a este nivel puede ser decisiva ni puede ser restrictiva de lo que un artista debe o no debe hacer. Cada vez que me enfrento a esta situación de tener que valorar y puntuar por cada pequeño detalle o cada pequeño error que cometen un compañero, te aseguro que es un mal sabor de boca, pero intento enseñar lo poquito que haya podido aprender en estos años e intento destacar sobre todo en mis valoraciones lo bueno que tiene cada uno de ellos. Hay compañeros que no tienen el más mínimo recelo de decirle a alguien que algo está mal, yo no soy capaz, intento dar pequeñas pinceladas de qué es lo mejor que tienen y qué tienen que pulir. A nivel nacional claro, esto es una plataforma en la que te estás mostrando como artista y que llevas a la espalda una trayectoria. Por supuesto que me vería, pero es complicado entrar uno de estos talent show a nivel nacional en los que hay grandes artistas.
B: ¿Cómo es Raúl Fuentes en su día a día?
R.F. Tengo la suerte de poder dedicarme a lo que me gusta, de tener tiempo para dedicármelo a mí, así que procuro disfrutarlo con la familia y los amigos. Me gusta cuidarme, ir la gimnasio, leer, disfrutar de la música de otros artistas... llevo una vida bastante normal aunque tengo mis excentricidades, pero no las voy a confesar. Soy bastante excéntrico y reconozco que tengo varios secretos inconfesables que procuro guardar.
B: Tendrás manías de esas que tiene todo el mundo...
R.F. Sí, hay diferentes formas de llamarlo.
B: ¿En qué causa o causas benéficas te implicarías o te has implicado?
R.F. He colaborado con muchas asociaciones y fundaciones, y ahora por ejemplo he apoyado a Maialen, una niña de País Vasco que tiene una enfermedad rara, creo que hay dos casos en toda Europa y el tratamiento es caro y complicado. Los médicos más especializados están en Estados Unidos y todo ese tipo de tratamientos y de gastos son bastante difíciles de asumir para sus padres. Son pequeñas obras con las que tú colaboras e intentas poner tu granito de arena. Me llaman muchas veces para galas benéficas, para colaborar con fundaciones y oenegés y en la medida de lo posible intento colaborar, pero no tengo una en especial. Creo que a día de hoy soy muy afortunado porque ni mi familia ni yo tenemos que enfrentarnos a ninguna enfermedad así, entonces procuro colaborar con las asociaciones que puedo y que me pillan más cerca.
B: ¿Qué te queda por hacer a nivel profesional?
R.F. Mucho. Me encantaría hacer un musical y me estoy preparando para ello. Creo que a nivel vocal estoy preparado, lo que pasa es que a nivel interpretativo me falta la experiencia. Quiero seguir disfrutando de mi profesión, seguir haciendo conciertos por toda España... Tengo una espinita clavada con Latinoamérica porque estuve allí durante muchos años y ahora llevo bastante desmarcado. Tengo ganas de vivir nuevas experiencias televisivas, pero a día de hoy estoy contento con los resultados.
B: ¿Experiencias televisivas como por ejemplo?
R.F. Por ejemplo 'Tu cara me suena', que me parece un lujazo de programa. He tenido el gusto de estar como invitado y me ha sorprendido mucho la labor que hay detrás, el aprendizaje que tiene cada una de las versiones que haces, y aunque es imitar a otros artistas, te enseña a conocerte más, a valorarte más y a saber cómo explotar todo tu talento.
B: ¿Y a nivel personal?
R.F. Enamorarse. Mis amigos se pasan la vida diciéndome que si canto al amor, cómo es posible que a día de hoy no estés enamorado. Pues eso... enamorarme es lo que quiero.
B: Quizás te enamores en la gira en 2019...
R.F. Me queda 2018 y no he perdido la esperanza.
B: ¿Con quién te tomarías un café si te dan a elegir entre todas las personas del mundo?
R.F. Tengo tantas personas cercanas a las que quiero y a las que admiro y a las que me gustaría ver mucho más en mi día a día que no necesito gente a la que solo conozco de medios de comunicación. Me tomaría un café con gente a la que quiero.
B: Vamos a jugar con tus canciones. ¿Quién debería estar prohibido?
R.F. Debería estar prohibido prohibir... no hay una respuesta. El día que me enamore pueda soltar ese pedazo de piropo.
B: ¿Eres un as de corazones?
R.F. No, soy un desastre en el amor, no he tenido suerte, soy un poco cabezón y tengo mis manías, como tú decías. Me gustaría serlo un poquito, pero no lo soy.
B: ¿Se te ha roto el amor?
R.F. Sí, y se ha roto estrepitosamente...
B: ¿Le has dicho a alguien 'Me hace falta tu amor'?
R.F. No, soy muy orgulloso para eso. Si alguien no lo da de voluntad propia no se me ocurre pedirlo. Aunque en la frase en sí no estás pidiendo, pero si estás un poco implorando, y como no he encontrado a esa persona, no ha podido ser.