El pasado domingo 26 de enero se celebró en Los Angeles la 56º edición de los premios Grammy. El momento más emotivo de la noche fue protagonizado por Paul McCartney y Ringo Starr, excomponentes de 'The Beatles'.
McCartney interpretó una nueva canción, 'Queenie Eye', acompañado por Ringo Starr en la batería. Fue un momento muy emotivo en el que todos acabaron levantándose de sus asientos para bailar, incluida Yoko Ono, viudad de John Lennon, otro de los integrantes del grupo asesinado en 1980.
Familiares de los Beatles no quisieron perderse el homenaje
Acompañando a su madre se encontraba Sean Lennon, hijo de John Lennon, quien dejó ver el gran parecido que tiene con su padre. En representación del cuarto miembro de la banda, el también fallecido George Harrison, asistió su viuda Olivia Harrison. Además, las esposas de McCartney y Starr tampoco quisieron perderse el homenaje.
Paul McCartney ganó este año el Grammy en la categoría de Mejor Canción de Rock por 'Cut Me Some Slack', su colaboración para 'resucitar' a Nirvana junto a Dave Grohl y Krist Novoselic.