Es un día triste para el mundo de la música. Santos Blanco, integrante de la banda Locomía en su primera etapa, ha perdido la vida a los 46 años. Así lo ha confirmado Tarré Management, la empresa que representa al grupo: "No se despertó. No sabemos más", dijo Jordi Tarré, el presidente de la organización a El País durante una conversación telefónica.
La agencia era conocedora de la terrible noticia desde la tarde del 14 de junio, cuando un fan de Uruguay que aseguraba seguir manteniendo contacto con Blanco se lo comunicó. " No quisimos hacerlo público hasta que lo tuvimos confirmado porque nos parecía que era mentira", confesó Tarré al citado medio.Tanto los antiguos integrantes de la banda como los actuales confiesan estar consternados.
Acabamos de confirmar que SANTOS BLANCO, miembro de la primera formación de LOCOMIA, nos ha dejado a la temprana edad de 46 años.
Por mala suerte, hoy toca despedirnos de un ser único que dejó una huella imborrable.
D.E.P querido ??
LOCOMIA pic.twitter.com/F0s7G2BEOZ? LocoMia Oficial (@locomia_oficial) 15 de junio de 2018
La cuenta oficial de Twitter de la formación musical publicó un mensaje lamentado lo sucedido: "Por mala suerte, hoy toca despedirnos de un ser único que dejó una huella imborrable. D.E.P querido". En Facebook, también se ha emitido un sentido comunicado en memoria del artista: "Santos llegó a Locomía en un momento álgido y de gran éxito del grupo. Su aparición fue clave para brillar como nadie en ese inolvidable Festival de Viña del Mar, en 1992. Su rostro angelical y su cuerpo apasionado por la danza le hicieron inolvidable en este concepto".
Retirado de la música
Santos Blanco pasó su últimos días alejado de la industria que le dio a conocer, relajado en su casa de Gijón. Desde que pegaron 'el petardazo' en una discoteca de Ibiza, Locomía se convirtió en un grupo de referencia para la fiesta de los años 80'. Ahora, los fans del electro-pop les toca despedir entre lágrimas a uno de los máximos representantes de este género musical. Hasta siempre, Santos Blanco.
