El artista ha sacado nuevo disco y completa una trilogía musical en la que hace un viaje a través de sus sentimientos y emociones.
Inmerso en su último trabajo, Mikel Erentxun no puede estar más agradecido por seguir disfrutando de su gran pasión, la música. El artista acaba de sacar a la luz su último álbum, 'El último vuelo del hombre bala', un trabajo ambicioso y que se centra sobre todo en sus sentimientos y emociones. De esta manera cerrará una trilogía musical que comenzó con 'Corazones' y siguió con 'El hombre sin sombra'. El cantante se ha encrgado de componer todos los temas de su disco en los que habla de sus miedos, fantasmas y pesadillas como él mismo ha expresado. Por otro lado ha sido muy crítico con la música actual, desvinculada a la pasión de crear y unida en muchos casos a la fama. Él quiere que lo analógico siga muy presente en su trabajo, por eso ha sido algo primordial en su último proyecto, sin guitarras acústicas ni teclados.
Como era de esperar, ha hablado de sus inicios en esta profesión tan apasionante y del momento en el que formó el grupo musical Duncan Dhu que le ha dado muchas alegrías. Fue en los 80 cuando consiguieron un éxito increíble conviviendo con otros grupos como Mecano, Héroes del Silencio o El último de la fila. Unido a su pasado
Con los años, en concreto en 2001, se separó para continuar con su carrera en solitario, aunque protagonizó un encuentro musical con David Vasallo, el otro integrante de Duncan Dhu, quien es uno de sus mejores amigos y con el que mantiene un contacto prácticamente diario.