Su boda con el Príncipe Harry tuvo lugar en mayo de 2018, y esta celebración marcó un antes y un después en la Casa Real británica por la enorme cantidad de dinero que se empleó para llevarla a cabo. El dinero se destinó en seguridad personal, presencia policial y restricciones a los comercios de la zona. Eso sí, la institución monárquica aportó el dinero necesario para costear los servicios parroquiales, las flores y la recepción, pero el equipo legal de Markle asegura que no fue financiada con dinero público, sino que lo hizo personalmente el Príncipe de Gales, es decir, el Príncipe Carlos.
Los abogados de Markle dicen lo siguiente: "Cualquier coste a las arcas públicas por la boda fue puramente por seguridad y control de masas para proteger a esas mismas personas, tal y como lo estimaron necesario la Thames Valley Police y Scotland Yard", y se insiste en el impulso que dieron a la sociedad, puesto que muchas persons viajaron al país durante ese año, por lo que el enlace nupcial reportó en total 1.116,5 millones de euros que se repartieron entre los sectores de las relaciones públicas, la restauración, la moda y el merchandising de Reino Unido.
No tienen el mismo punto de vista
"Creo que, leyéndolas ahora con perspectiva, aquellas declaraciones de la reina sobre ellos cuando decidieron abandonar la casa real fueron muy, muy sinceras. Ella mencionaba a la familia, cómo acogió a Meghan en el corazón de la familia porque se sintió enormemente impresionada por ella", ha dicho un experto consultado por el Daily Mail, para seguir añadiendo: "Ciertamente, estas declaraciones de que se sintió desprotegida, especialmente cuando estaba embarazada, deben de haber molestado mucho a la reina, a Felipe, a Carlos, Kate y Guillermo".