Mariah Carey acaba de estrenar su último videoclip y una de las cosas que más han llamado la atención no ha sido la música ni la letra de la canción, sino lo que hace en dicho vídeo. La cantante quema, y de verdad, el vestido de novia que tenía pensado ponerse el día de su boda con su exprometido James Parker.
Según ha confirmado el medio TMZ, dicho vestido costaba, nada más y nada menos, que 250.000 dólares. Además, había sido diseñado por Valentino, una famosa y cara firma de ropa. En el vídeo arroja el pomposo vestido de novia al una hoguera.
¿Es un mensaje indirecto?
Tiene sentido que lo haya hecho durante esta canción, 'I Don't', porque en realidad habla sobre una ruptura, no obstante, muchos se han aventurado a decir que lo ha hecho para enviar una especie de mensaje a su expareja.
En dicha canción, que cuenta con la colaboración del rapero YG, lo que hace puede que no lo hiciera a propósito, al menos es lo que dicen fuentes cercanas a la artista. La cantante no solo quema el vestido, sino que además sacó el típico dedo insultante con un tono bastante burlesco y vulgar. El videoclip fue grabado en la mansión que tenía con su prometido en Calabasas, California.