La noche del 31 de diciembre se celebra en prácticamente todo el mundo. Uno de los sitios más emblemáticos para pasar el fin de año es en la plaza de Times Square en Nueva York. Este año, se realizó una fiesta que reunió a muchísimas personas y que contaba con la actuación de la cantante Mariah Carey.
La artista se convirtió en la noticia del momento con su especial concierto. Todos los seguidores de la cantante se encontraban ansiosos esperándola. Mariah Carey apareció en el escenario vestida con un mono de lentejuelas y rodeada de bailarines que se encontraban tapándola con unas bonitas plumas blancas. La primera canción elegida por la estadounidense fue 'Auld Lang Syne', pero ni tan solo 40 segundos duró la farsa que estaba haciendo Mariah Carey. La segunda canción que se escuchó fue su exitoso single 'Emotions'. No duró ni un minuto la canción cuando se pudo ver a la mujer de 47 años como no enlazaba la música que sonaba con el movimiento de sus labios. El playback que estaba realizando era más que evidente.
Mariah Carey ni se molestó en fingir que la voz que estaba sonando era la suya en directo. La cantante se mosqueó y decidió no cantar y tan solo limitarse a realizar una especie de baile con sus bailarines. La artista se negó a intentar recuperar el hilo de la música y comenzó a decir: "Son cosas que pasan". Además se dirigió al público para que al menos fuesen ellos los que cantasen mientras les explicaba que era incapaz de escuchar la música. Justo después de bajarse del escenario visiblemente enfadada, la cantante escribió en su cuenta de Twitter: "Esta mierda suele suceder. Os deseo a todo el mundo un feliz y saludable año nuevo. Seguiré acaparando más titulares en 2017".
Horas más tarde, fuentes cercana a la artista revelaban a Daily Mail que Mariah Carey no escuchaba la música por su pinganillo, todo había sido un problema técnico más que evidente y que se había avisado a los productores y directores de escena de lo sucedido. Según esta fuente, los encargados del concierto le dijeron a la cantante: "Que sus auriculares estaban en una frecuencia diferente y que se conectarían una vez que ella estaba en el escenario". Además, el equipo de Mariah Carey que afirma que todo esto fue un sabotaje de la cadena para conseguir mayor número de audiencia. "Nunca sabremos la verdad, pero sí sé que les dijimos tres veces que su paquete de micrófono no funcionaba y fue una producción desastrosa" afirmaba el manager de la artista al portal de noticias Us Weekly.
Cruce de acusaciones
Todo esto no termina aquí y es que la productora encargada del concierto de fin de año en Times Square se está replanteando demandar a la artista. Clark Productions, la compañía del evento, no tolera estas acusaciones y las consideran difamatorias, escandalosas y francamente absurdas. Dirk Clark Productions baraja demandar a Mariah Carey y afirma que: "En muy raras ocasiones hay errores técnicos de estas características que pueden ocurrir con la televisión en directo. Además, la investigación inicial ha indicado que DCP no tuvo responsabilidad en el rendimiento de la señora Carey". La productora también le ha echado toda la culpa a la cantante y ha revelado que esto también es consecuencia de que la artista se negase a realizar un ensayo previo a la actuación.