Después de tanto tiempo ésta era la primera vez que volvía a los escenarios. Y la diva fue la encargada de abrir la ceremonia, donde interpretó el último tema musical que ha sacado: 'Applause'. Al comenzar la actuación, la cantante recibió abucheos -que formaban parte de la performance-, que más tarde se transformaron en aplausos cuando el tema cogió ritmo. Al comenzar, la cantante escogió una atuendo conservador que representaba un hábito de monja, mientras tenía la cabeza introducida en un cuadrado blanco.
A partir de ahí, Gaga optó por una performance en la que sus bailarines le cambiaban de ropa en cuestión de minutos mientras seguía en escena. El cambio de atuendo lo hizo mientras los bailarines le rodeaban y ella permanecía inmóvil. Gaga fue despojada de su atuendo conservador para pasar a enfundarse en un traje negro con peluca rubia.
La cantante acabó perdiendo la peluca, y su cara fue pintada inmediatamente al igual que su portada del disco de 'Applause'. Su próximo look fue el que más sorprendió al público, a pesar de que ya había sido visto en su videoclip. La extravagante cantante acabó la actuación con un bikini formado por conchas que dejaban al descubierto la mayor parte de su cuerpo, incluso sus nalgas. Éste look lo acompañó con otra peluca rubia.
Lady Gaga durante la alfombra roja
La cantante de 'Bad Romance' acabó luciendo cuatro modelitos durante la noche. Para posar en la alfombra roja delante de fotógrafos optó por un vestido de color negro "normal" para su forma de vestir. El vestido era de cuero, tenía un escote con forma de V y una larga cola. Su look lo complementó con unas gafas negras redondas.
Parece que ahora la cantante ha optado por lucir un estilo más natural, al igual que ha demostrado en sus últimos posados en los que aparece desnuda y sin maquillaje, algo poco propio de ella. Además Gaga acudió a la gala junto a su padre, Joe Germanotta, que miraba muy orgulloso a su hija durante la alfombra roja.