Jorge Marazu es uno de los compositores del momento pero también tiene sus propios temas con los que se está haciendo un gran hueco en el mundo de la música. Su canción más reciente, 'Instinto', es una de sus últimas composiciones y está teniendo mucho éxito. Además, el artista lanzó una colaboración con Vanesa Martín hace tan solo unos meses y nos ha contado cómo vivió aquel momento.
Bekia: ¿Qué tal todo?
Jorge Marazu: Bien, intentando comprender un poco cómo están las cosas. Cada día parece que están de una manera e intentando no perder el norte.
B: ¿Cómo has llevado el tema del confinamiento?
J.M: La verdad que bien, dentro de todo lo bien que se puede llevar. Justo al principio, al arrancar el estado de alarma, yo tuve un lanzamiento y al estar de promo, estar un poco en esa burbuja, te hace estar entretenido a pesar de estar en casa. También he estado trabajando con algunos compañeros, trabajando a distancia y también he tenido épocas de estar hasta las narices. Al final a todos nos toca un poco de cerca.
B: Háblame un poquito de 'Instinto', tu última canción.
J.M: 'Instinto' es una canción que yo pretendía que representara un poco este cambio de época, de etapa profesional mía. Nueva producción, nuevo sonido, nuevo planteamiento después de un tiempo manteniéndome fuera de la parte más visible, trabajando mucho en casa, en el estudio y es el pistoletazo de salida.
B: ¿Ha quedado tal y como tú querías?
J.M: Sí, pero radicalmente y eso no es algo tan fácil. Dicen que hay que quitarse las ideas preconcebidas cuando entras en un estudio porque al final tal y como te lo imaginas es muy difícil que quede. Sin embargo, con este disco nos hemos acercado mucho al planteamiento de inicio con el productor y estamos muy satisfechos.
B: ¿Estás contento con la acogida que está teniendo el tema?
J.M: La verdad que sí y además no tenía muy claro que el mensaje fuera a calar tanto y a comprenderse tan fácilmente y la verdad es que estoy encantado. Tanto el vídeo como la canción han llegado a mucha gente y sobre todo la gente lo ha hecho suyo y eso es una cosa muy bonita que le puede pasar a alguien que hace canciones.
B: ¿Qué te han dicho tus seguidores?
J.M: Pues hay de todo porque lo bonito que tiene la canción es que cualquiera se la puede llevar a su sitio y esa parte de liberación creo que la gente la asume, en un momento como el que estamos todavía sirve más de utilidad. La persona dentro de sus circunstancias la interpreta a su manera y eso es una maravilla.
B: Hace tan solo unos meses también lanzaste 'Miedo', colaboración con Vanesa Martín. ¿Cómo surgió esa colaboración?
J.M: Vanesa y yo nos conocimos en casa de Raphael porque habíamos compuesto para su disco y cuando yo me replanteé volver a grabar 'Miedo', que es una canción que compuse hace más de 10 años, pensé en ella y se lo propuse a Manuel Martos que es mi AR en Universal y como Vanesa y yo no teníamos contacto, nos puso él en contacto y a ella le encantó la idea. Desde el primer momento dijo que le apetecía mucho.
B: ¿Qué supuso para ti cantar con Vanesa Martín?
J.M: Creo que es un honor porque Vanesa es ahora mismo de las artistas más respetadas y más grandes del país. Ella conmigo ha sido siempre súper agradable, ha hecho todo con mucho cariño. Le estoy muy agradecido y ha sido una experiencia muy bonita el llegar a lugares que yo no hubiera llegado de otra manera.
B: ¿Dirías que habéis conectado?
J.M: Cien por cien. Además, Vanesa es una tía muy graciosa y a mí eso me encanta. Es una tía con la que se puede hablar de música y de muchas cosas y eso es una cosa maravillosa.
B: Ahora nos vamos a ir un poquito hacia atrás. ¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a la música?
J.M: Pues tampoco hay un momento en el que yo lo decida, surge de una manera bastante natural porque yo desde pequeño, desde los 3-4 años mis padres me llevaban a clases de música. Mi padre era cantante de orquesta de verbena y la música ha formado parte de mí de una manera muy natural. Estudié en el conservatorio trompeta a partir de los 8 años y con 13-14 empecé a tocar la guitarra por mi cuenta. Empecé a escribir de una manera muy natural, de repente ya era eso. Cuando empecé a hacer canciones no pensaba que era una profesión. Lo hacía porque me salía.
B: ¿Creías que podrías llegar tan lejos?
J.M: Lo que uno sí trata de mantener con el paso de los años son esos sueños utópicos. Es muy bonito pensar en llenar un estadio, en pensar que todo te va a ir muy bien, pero sobre todo es muy bonito sentir el estímulo que sentías cuando tenías 17 años al ponerte a escribir o al ponerte a cantar. Ese es el objetivo real, seguir teniendo esa pasión que tenía cuando empecé.
B: ¿En qué te inspiras a la hora de componer?
J.M: Cada uno nos inventamos nuestra manera de hacer las cosas. No sé qué es la inspiración, la siento como un estado de ánimo que no se sabe muy bien cómo buscarlo. Creo en eso que decía Picasso de 'si la inspiración existe que me pille trabajando'. Al final está en todos los sitios, en una conversación con tu madre, en el campo, en una película. Es esa cosa que te late por dentro y tienes que soltar. Mi manera de soltarlo es haciendo canciones.
B: Háblame de cómo fue componer una canción a Raphael y la experiencia que viviste
J.M: Pues eso fue muy increíble, me llamaron y me dijeron 'esto es algo súper secreto, que Raphael quiere que le hagas una canción'. Me pasé una semana encerrado leyendo cosas, aunque en realidad yo ya sabía mucho de él, pero leyendo, viendo películas suyas, intentando meterme en su burbuja. Además, yo era muy fan de esos autores antiguos que le componían a él y traté de hacer una canción sobre eso. Cuando se grabó el disco nos reunieron a todos los autores y yo no sabía que habían sido todos estos artistas conocidos. Al final yo era el más desconocido y fue toda una experiencia ir viendo cómo entraba Iván Ferreiro, Pablo López, Vega... Fue muy curioso, una experiencia muy bonita.
B: Tienes ya tres discos en el mercado. ¿Estás contento con lo que estás consiguiendo?
J.M: La verdad es que sí. Me puedo sentir orgulloso de estar haciendo lo que quiero y asumir mi trabajo con esta libertad junto a un equipo de trabajo maravilloso que me ayuda a crecer. Sobre todo siento el cariño de la gente que siento que valora el esfuerzo que uno le pone. Los dos primeros discos fueron autoeditados, el tercero con Universal y esos pasitos la gente lo recibe con cariño.
B: ¿Qué has aprendido durante todos estos años?
J.M: He aprendido que esto no es un cuento de Disney, la música es una profesión que con los años se está convirtiendo en una cosa muy compleja, que siempre lo ha sido pero ahora mucho más. Hay que tener constantemente los pies en el suelo y vales lo último que publicas. Ya no se vive de las rentas, hay que trabajar mucho, estar siempre despierto y eso hay que tenerlo siempre presente.
B: ¿Con quién te gustaría hacer alguna colaboración?
J.M: Me gusta mucha gente de diferentes estilos pero hay una persona con la que me gustaría por encima de todo y es Alejandro Sanz. Es un referente desde muy pequeño, el primer disco que le pedí a mis padres fue suyo y sigue siendo un referente. Me parece un maestro. Con Bunbury también me gustaría. Mi sueño había sido Poveda y ya lo conseguí, nos hemos hecho muy amigos.
B: ¿Alguna vez te has planteado presentarte a algún talent musical?
J.M: La verdad es que no, nunca ha sido algo que me llamara la atención. Por momentos sí que uno piensa cómo habría sido hacerlo pero no creo que sea un tipo de artista que tenga que ver con eso. No lo digo de una manera despectiva, me parece que todos tenemos que buscar nuestra manera de avanzar y mi manera de entender la música creo que... no hubiera podido explotar lo que soy en un lugar como ese.
B: ¿Cómo te ves de aquí a unos años?
J.M: Espero seguir manteniendo la llama y la pasión por el oficio, seguir teniendo ganas de sentarme al piano a escribir, de seguir teniendo ganas de cantarle a la gente y si sueño un poco espero que cada vez haya más gente, que podamos hacer los discos como queremos y que la gente los reciba con el mismo cariño.