Después de sentir que en algún momento su carrera acabaría, Jorge González ha conseguido estar imparable después de convertirse en ganador de 'Tu cara me suena', una oportunidad única que ha exprimido al máximo. Ahora vuelve a estar centrado en su carrera como cantante, sacando su nuevo single 'Hasta que llueva'.
Bekia: Hola, Jorge, ¿qué tal? Estás promocionando tu última canción, 'Hasta que llueva', cuéntame cómo se ha creado este tema junto a Moncho Chavea.
Jorge González: Cuando digo Moncho Chavea hay mucha gente que no sabe quién es, que no cae. Moncho Chavea hoy en día es un referente musical, no solo como rapero que ha colaborado con muchos artistas, sino como productor, ahora mismo es un refente dentro de la musica urbana y flamenco, rap, es una pasada los artistas con los que ha trabajado, el último single de Beatriz Luengo lo ha hecho él, con Omar Montes...
B.: Omar Montes y él son los dos de Pan Bendito, así que seguro que se conocían, tienen eso en común.
J.G.: Sí, también ha trabajado con Nyno Vargas, con Lérica, y estoy muy contento.
B.: ¿Y cómo habéis hecho esta canción? ¿Cómo habéis colaborado en esta época tan complicada?
J.G.: Todo ha sido a distancia. Salió la oportunidad porque yo estaba buscando una colaboración, no sabía que artistas estaban disponibles o podían, ya sabes cñomo es esto, muchas veces las discográficas son el impedimento a la hora de colaborar, llegó la oportunidad con Moncho, que me presentaron una canción que me gustaba bastante, y pensé en hacerlo aunque yo no sea un artista que haga este tipo de música, lo urbano. Creo que es lo que está funcionando, hay que adaptarse, así que quería probar algo diferente, y ha sido muy divertido, ha sido un estilo que yo no domino tanto.
B.: Pero de todas maneras tu has hecho música movidita, como digo.
J.G.: Claro, no ha perdido mi esencia, no me he salido de la línea, aunque la música es mucho más cañera, y aunque yo había hecho cosas animadas, también habían sido más relajadillas, más rumba.
B.: Ahora estás a tope, ¿Qué tal en 'Tu cara me suena' convirtiéndote en ganador? ¿Te lo esperabas?
J.G.: Pues mira, la verdad que disfrutando del triunfo, porque llevo tantos años intentándolo en esto de la música, presentándome a tantas cosas, siempre me quedaba a las puertas. Y después de tantos años el público se volcó conmigo, logré impresionarme a mí mismo, a veces veía las actuaciones y decía: 'Guau, es que todo eso lo estoy haciendo yo', y era impensable para mí, y de alguna forma también sorprendí mucho al público, no se esperaban que hiciera muchos registros de los cuales pude sacar en el programa.
B.: Lo que te iba a decir es que no ganaste 'OT', te quedaste a las puertas, has estado en 'La voz' y tampoco, por fin te ha llegado la victoria.
J.G.: Mira que yo decía que a ver si ganaba algo ya en mi vida, que me ayude un poco psicológicamente a decir que mira, por lo menos gané un concurso. Además ha sido un año muy complicado, porque había muchos cantantes, porque normalmente en 'Tu cara me suena' no hay tanto cantante profesional que se dedique a ello. Suele haber un imitador, dos actores, un humorista, cantantes... pero es que este año había seis cantantes que se dedican a la música, dos actrices que eran prácticamente cantantes, era una edición en la que estaba complicado ganar. Así que tiene más mérito haber ganado una edición tan complicada como esta, además que Cristina Ramos que era como una diosa. pero se valoran muchas cosas, la puesta en escena, lo camaleónico que puedas llegar a ser...
B.: Claro, porque más allá de que sea un concurso en el que cantas, además tienes que imitar.
J.G.: Yo creo que se premia la versatilidad. Porque si entras al concurso y demuestras que cantas bien, eso ya se sabe, pero si siempre te mantienes en una misma línea, creo que eso al público no le llena tanto, sin embargo, este concurso fue una montaña rusa, porque hacía de todo, desde copla, flamenco, rumba, funky, canciones con falsete, fui una diva del pop imitando a Beyoncé, con voces rasgadas como Antonio Orozco...
B.: Con Antonio Orozco ganaste que fue la última...
J.G.: Sí, con él gané, y también hice de Betty la fea que fue de locos, porque nadie se lo esperaba que pudiese hacer algo así, canté en italiano, en inglés.
B.: Esto ha sido un chute de alegría y de energía para ti, lo que pasa es que ha sido una edición muy atípica, ha habido un parón por la pandemia, ¿cómo sobrellevaste esta situación y más después de haberte operado de las cuerdas vocales?
J.G.: Fue un añadido más dentro del caos, de estar en el programa cuando quedaban dos galas para terminar, iba súper bien todo, porque cuesta arrancar el programa por la mecánica, hasta que logras arrancar cuesta, de repente la pandemia, nos encierran en casa, no sabemos qué es lo que está pasando, todo el mundo se vuelve loco, y de repente sale una lesión que me hice en una de esas galas, fue imitando a Miguel Poveda, me empieza a pasar factura, y al mes y medio de estar encerrados, confinados, empiezo a no tener voz directamente, al principio pensaba que era la presión, el estrés, pero se fue alargando. Y hasta que pude ir a un médico, porque en plena pandemia pues era difícil, y hasta que me pudieron ver... yo entendía que no se podía al médico, los médicos estaban para temas de coronavirus, entendible totalmente, cuando me dieron la noticia malísima de que me tenía que operar porque me había hecho un hematoma en las cuerdas vocales.
B.: ¿Y la operación tiene una recuperación rápida?
J.G.: Fue muy rápido, porque me operó el mejor, y la recuperación fue durante dos semanas más o menos, es bastante fácil y no me dolía nada, fue todo muy bien, pero claro, me operé un mes antes de volver a empezar el programa, y aunque estaba recuperado y podía cantar perfectamente, yo no quería, fui con miedo, porque no tuve tiempo de rodar. Yo volví al programa con el miedo del coronavirus, con el miedo de que me acababa de operar y con la frialdad de volver allí sin poder tocar a nadie, sin poder acercarte. Fue extraño volver.
B.: ¿Y cuál ha sido tu imitación más difícil?
J.G.: Pues mira, en todas las imitaciones en las que yo tenía que cantar en inglés, para mí era volverme loco, porque yo no hablo en inglés, no sé qué digo, yo retengo todo eso como sonidos, así suena, así me lo aprendo, que la puedo liar en cualquier momento, pero yo diría que la más complicada fue David Bisbal, porque cuando se imita a un artista que no está tan escuchado, o no es tan conocido, es muy fácil ¡engañar' al público, en el buen sentido de la palabra.
B.: Claro, pero cuando tú tienes una voz más interiorizada y sabes cómo suena...
J.G.: Exacto. David Bisbal está tan, tan en nuestro tímpano y retina... sabemos cómo se mueve, cuál es su energía, su voz, que cuando te toca un artista así estás vendido total, por eso la presión fue muy alta y David Bisbal me costó bastante.
B.: Yo tengo entendido que antes de formar parte de 'Tu cara me suena' tú estabas en un momento un poco delicado porque te llegaste incluso a plantear dejar la música, tirar la toalla.
J.G.: Sí, bueno, ya las oportunidades discográficas son completamente nulas, cuando no tienes una discográfica detrás, por muchos singles que tú grabas, o por muchas redes sociales, si no hay una estrategia, un plan de marketing, un apoyo, es completamente imposible que salga adelante. Yo terminaba ya el contrato que tenía con el musical, porque yo me estaba dedicando al mundo de los musicales, estaba haciendo '33', mi contrato terminaba en tres meses, y a la vista de lo que había, que no había nada, pensé que había llegado la hora de retirarse un tiempo o para siempre y buscar un trabajo normal. Pero ir a una tienda, que no se me caen los anillos, eh, pero estar en una y que te reconozcan, o que digan mira cómo he acabado, pues no sabes si vas a estar preparado.
B.: Claro, o que te dé cosa sentirte humillado.
J.G.: Yo no tengo ningún problema, muchos amigos que se dedican a esto, dentro de la música, siempre hablábamos de eso, yo no tengo ningún problema de trabajar de otra cosa porque es un trabajo digno y tengo que pagar facturas, pero es más lo que le importa a la gente, o a ti mismo. Y mira, Dios llega siempre a última hora.
B.: Qué bien, te apareció esta oportunidad.
J.G: Pues justo un mes antes de terminar mi contrato, fue terminar el musical y empezar en 'Tu cara me suena', fíjate cómo es algo así para alguien como yo que está solo y no tiene nada de nadie. Me han vuelto a dar una oportunidad, me dieron un pulmón para seguir respirando.
B.: Y cambiando un poco de tema, ya que te has estado dedicando a los musicales, ¿qué es lo que te resulta más difícil?
J.G.: A mí me vuelve loco el género musical, y yo siempre lo digo, yo quizás termine dedicándome única y exclusivamente a este género, si se me ofrecen oportunidades y papeles, porque es otro mundo y telita también, cuesta que te den un papel, hay un entorno cerrado. es menos accesible, y cuando una empresa tiene un grupo de gente con la que suele trabajar, pues no buscan a gente nueva. El mundo de los musicales tiene muchas cosas ocultas detrás, y lo más difícil para mí es no caer en la monotonía, porque es una obra que se tiene que repetir cada día, y a veces hasta dos veces en un día si hay un doblete, y no pensar que otro, y otro, que no termine cansando y agotando el personaje. Yo en el musical de '33' mi personaje era Santiago el apóstol y siempre me buscaba una pose diferente. Lo difícil de los musicales es que no te termine cansando.
B.: ¿Y ahora qué tienes en mente?
J.G.: Ahora estamos con la canción, con su single también, y además, hablando del teatro, voy a estar todos los miércoles y jueves con un recital de teatro musical que se llama 'La magia de Broadway', que hacemos un recorrido de casi 20 personas en escena, de actores y actrices buenísimos, somos un elenco muy bonito, y voy a estar en el Espacio Raro de Ifema. Lo importante es evolucionar, ofrecer a la industria algo diferente, al experiencia ayuda mucho, las ganas, la perseverancia, yo creo en eso, yo sigo preparándome, sigo dando clases de canto, de todo y cuando llegue mi oportunidad esté preparado.
B.: Por último, ¿un sueño por cumplir?
J.G.: Yo es que soy muy soñador, a mí me encantaría ir a Eurovisión y es un sueño que he perseguido mucho tiempo. Si lo cumplo, pues muy bien, y si no pues no pasa nada, porque los sueños te hacen estar vivo, alerta, pendiente de conseguirlo y eso te da mucha vida. Por eso para mí es tan importante ser tan soñador,