1 de octubre de 2011. 20 horas. Auditorio de Foro Sol en México. Más de 55.000 seguidoras esperan ansiosas la salida a escena de su ídolo. Tras las actuaciones de Cobra Starship y Big Time Rush -teloneros del concierto- aparece él. "Bieeeber, bieeeber" rompen a gritar las adolescentes que llevaban esperando este momento meses.
"Hola Ciudad de México, bienvenidos a mi mundo ¿están listos para divertirse?", saluda Justin Bieber y la ciudad de México se viene abajo. El joven canadiense arrasó este pasado sábado en uno de sus conciertos más multitudinarios que volverá a repetir este domingo 2 de octubre.
Bieber comenzó la velada con temas como "Love Me", "Bigger", "U Smile" o "Runaway Love". Aunque lo más esperado fueron sus canciones románticas. Durante "One Less Lonely Girl" Bieber subió a una de las chicas del público al escenario y le hizo sentirse como Selena Gomez: le cantó al oído y le entregó un ramo de flores.
Como suele ser habitual, Bieber versionó el tema "Wanna Be Starting Something" de Michael Jackson donde volvió a sorprender imitando los pasos de baile del rey del pop. El concierto lo cerró con su mayor éxito, "Baby", que hizo enloquecer a todos los presentes.
Las exigencias de Justin Bieber en sus conciertos
Pese a ser toda una estrella internacional, Justin Bieber sigue teniendo los pies en la tierra. Lejos de otras divas de la canción, las exigencias del joven canadiense son bastante normales: dulces, muchos videojuegos y café a todas horas para aguantar el ritmo.
Más allá de estas normales peticiones está todo el séquito y parafernalia que acompaña a Bieber allá donde va. Para "My World Tour" el cantante viaja con 32 toneladas de equipo, entre ellas 15 cajas con vestuario para el propio Bieber.