Galería: Super Bowl 2021
Para un año descafeinado por la pandemia del coronavirus ha sido The Weeknd el encargado de darle música y alegría al descanso de la Super Bowl 2021, un momento clave ya que se convierte en el espectáculo televisado más visto a lo largo y ancho del planeta. Y todo parece indicar a que el resultado no ha sido el esperado a pesar de una increíble puesta en escena que ha costado millones de euros.
Las expectativas eran muy altas, algo evidente en con un espectáculo de dicha envergadura, sin embargo, no hubo ninguna sorpresa junto a él. Al principio sonó el nombre de Rosalía, puesto que además han hecho juntos una colaboración, pero el entorno de la cantante española se encargó de desmentirlo. Así que ni ella estuvo presente ni nadie más. Abel Tesfaye, que es el nombre real de The Weeknd, recorrió el césped del Raymond James Stadium de Tampa donde se celebra la LV Super Bowl solo con sus bailarines y rodeado de fuegos artificiales.
Para más inri, esta actuación ha servido para que el cantante celebrara que ha vendido más de 75 millones de disco a lo largo de su carrera, y lo ha hecho pagando él mismo este mítico espectáculo. Aunque él lo había asegurado en una entrevista horas antes del espectáculo que no estaría con nadie más, la total ausencia de otros músicos ha chocado mucho. Poco tiempo ha tenido que pasar para que las redes sociales se encargaran de hablar de su actuación, tachándola de fría. Y no ha elegido una única canción, The Weeknd unió los compases del los temas que le han lanzado a la fama, 'House of Balloons' con 'Blinding Lights'. Para ello ha invertido seis millones de euros de su bolsillo junto a la discográfica Roc Nation, fundada por Jay-Z.
The Weeknd ha comenzado la actuación con 'Starboy', ha continuado con 'The hills' y ha seguido con 'I feel it coming' para seguir con una versión de 'Deorbit 188'. Con 'Save your tears' ha conseguido levantar al público.Este show comenzó con The Weeknd saliendo de un descapotable y vestido con un traje chaqueta de color rojo, ahora su seña de identidad.
Después se ha quedado sentado en un skyline entre luces que imitaban una gran ciudad, para después hacer una aparición estelar entre un coro impresionante y a través de un haz de luz, dando la sensación de que quería aparentar parecer el mismísimo Dios. Ha estado acompañado de docenas de bailarines, músicos y un coro de gospel.
Un cierre agridulce
El broche de oro, o al menos el cierre de su puesta en escena, ha estado protagonizado por decenas de bailarines vestidos como él y con las vendas en la cara que han caracterizado sus últimas apariciones en la alfombra roja, criticando a las celebrities polioperadas de Hollywood. Esta especie de disfraz además ha venido de miedo a los bailarines para poder disimular las mascarillas que han llevado para protegerse del coronavirus.