Enemigos Íntimos: Mick Jagger y Keith Richards, la verdad tras los escenarios

Su relación viene de lejos, mucho antes de que The Rolling Stones se consolidara como la potente banda que fue y es que crecieron juntos en el mismo pueblo del sudeste inglés. La vida hizo que siguieran juntos y se unieran creando una de las bandas más emblemáticas de la historia, pero nada ni nadie consiguió que su relación fuera un camino fácil. A pesar de lo que se podía haber esperado de ello, Mick Jagger y Keith Richards se convirtieron en dos auténtico "Enemigos Íntimos".

De Dartford a Londres

Tenían seis años cuando Mick Jagger y Keith Richards se convirtieron en compañeros de clase en la escuela primaria de Dartford. Así comenzaría su relación de amistad que iría a más con el paso de los años. Tras sus primeros años en su pueblo natal, ambos se mudarían juntos a Londres dispuestos a empezar su carrera musical. Juntos compartieron piso con el que más tarde sería otro de los fundadores de The Rolling Stones, Brian Jones.

The Rolling Stones

Brenda Jagger

Al parecer, en los 80 Mick Jagger se negó a hacer una gira promocional del álbum "Dirty Work" por la relación que tenía con su compañero y emprendió una gira en solitario. Y es que algunos miembros de The Rolling Stones compaginaron su trabajo con la banda con sus carreras en solitario. Fue también en la década de los 80 cuando Keith Richards le puso un mote a Mick Jagger que acabaría deteriorando su relación.

Brenda Jagger, así empezó a llamar Richards a su compañero y supuesto amigo tras descubrir el nombre de una escritora británica. Así empezó una época en la que Keith Richards utilizaba ese nombre para Mick Jagger de manera provocativa a sabiendas de que al cantante no le gustaba. Keith Richards llegó a hacer comentarios públicos haciendo referencia a "Brenda" dejando atónitos a los medios.

"Hasta que la muerte nos separe"

Aunque la mala relación entre ellos era más que evidente, el grupo siguió dando conciertos por todo el mundo. La música parecía calmar las diferencias entre ellos y década tras década los Rolling Stones continuaban con su carrera, eso sí, visiblemente deteriorados. Y es que el tiempo no pasa en balde y menos para rockeros como lo eran (y aún son) los Rolling. Es por esto que muchos pensaron que en su cuarenta aniversario pondrían fin a su larga carrera, sin embargo, tanto Mick Jagger como Keith Richards, únicos miembros de la banda que han permanecido en ella desde su formación, aseguraron que les quedaba aún mucho por dar. "Hasta que la muerte nos separe", llegaron a decir en una ocasión cuando les preguntaron hasta cuándo seguirían juntos The Rolling Stones.

La publicación de "Life"

Toda esta historia se puso más turbia que nunca cuando en 2010 se publico "Life", la autobiografía de Keith Richards. En ella el guitarrista se explayó sobre su compañero con comentarios bastante hirientes. Además de criticar su actitud de "diva", Richards aseguró que su compañero tenía micropene y que era un "maniaco y un fanático del poder".

A pesar de estas duras declaraciones, Keith Richards ha asegurado en multitud de ocasiones que su relación es de familia y, de hecho, así mismo lo justifica. "Mick y yo podemos no ser amigos, pero somos los hermanos más unidos y nada podría separarnos", declaró al respecto sobre su amistad con el cantante.

La carta de Mick

Tras la publicación del libro, Mick Jagger le escribió una carta a Keith Richards respondiendo a sus acusaciones. Aunque la carta no le llegó nunca a Richards, gente del entorno de Jagger publicó parte del contenido de la misma. En la mencionada carta el cantante decía cosas como que su compañero "no había escrito buena canción" desde hacía casi cuatro décadas, criticaba su relación con las drogas e incluso dio detalles sobre detenciones y acusaciones de tráfico y posesión de drogas.

Los 50 años de The Rolling Stones

Sorprendentemente, The Rolling Stones siguieron unidos tras este cruce de acusaciones e, incluso, fueron más allá. Keith Richards llegó a insinuar que por el dinero que les daría la nueva gira Mick Jagger era capaz de perdonar sus declaraciones. Así que la banda volvió a los escenarios tras haberse insinuado una vez más que la celebración de su cincuenta aniversario, en 2012, sería la excusa perfecta para su separación definitiva.